Santamaría: "En 2013 no dejé el triatlón por los buenos contratos que tenía"

"Soy Alejandro Santamaría; tengo 41 años; soy triatleta desde 1993; y he vuelto a ganar el Triatlón Vitoria".

Alejandro Santamaría, en la meta del Triathlon Vitoria-Gasteiz 2018.
Alejandro Santamaría, en la meta del Triathlon Vitoria-Gasteiz 2018.

Campeón en 2014, 2º en 2013, 2015 y 2016, y 32º la temporada pasada después de “caminar durante 20 kilómetros"…

Si hay un triatleta que en los últimos años disfruta y sufre ‘a lo grande’ el Triathlon Vitoria-Gasteiz, ése es Alejandro Santamaría. El domingo tocó, de nuevo, cara, para reeditar su victoria de hace cuatro años. Pero no fue, ni mucho menos, una moneda lanzada al aire. El triatleta madrileño ha trabajado muy duro para volver a lo más alto en TriVitoria.

“Después de 27 años sé bien cómo preparar una prueba: no se trata de entrenar mucho, pero sí de entrenar bien. Aunque a veces lo difícil es tener las ganas para sacrificarse. Esas ganas yo las tenía", explica en su página web.

Se trata, sin duda, de una de las victorias más emotivas de su trayectoria deportiva, porque justifica los momentos difíciles que ha soportado y que le llevaron a pensar hasta en abandonar. “En 2013, habría dejado el triatlón si no hubiera sido porque tenía buenos contratos con patrocinadores. Pasé los peores años por culpa de una hernia en la espalda. Dejé de disfrutar. En 2012 me retiré del Ironman de Hawaii con la espalda mal y eso se complicó en 2013. Tenía dolor a cada zancada y entrenar la carrera era realmente duro… Siempre me ha gustado el triatlón, pero esa fue la época en la que hacer triatlón era una obligación. Veía cerca mi retirada y un cambio de vida. Ahora lo puedo contar, entonces guardaba silencio. Nadie iba a patrocinar ni apostar por un deportista al borde de su retirada. Tenía que callar y aguantar".

Y llegó el día ‘D’: TriVitoria 2018... “Nadando me encontraba en mejor estado que los últimos años. Es mi cruz, pero había entrenado mejor y con más ganas. Y si no me servía para hacer mejor tiempo, al menos sí para salir más descansado y disfrutar de los casi 4 km. Terminé en el mismo minuto que varios de los favoritos y con buenas sensaciones", explica Alejandro, que sobre la bici sí se topó con un imprevisto.

Los jueces nos acompañan para vigilar que nadie circulara a menos de 12 metros de otro competidor y sobre el km 40 sancionaron a varios deportistas, entre ellos al ganador del 2017 y favorito, Iván Álvarez. Me dio un poco de rabia, porque quería enfrentarme a él e intentar ganarle… Mi principal objetivo durante el ciclismo, además de ir rápido, es cumplir mi plan nutricional, que consistía en ingerir 16 geles poco a poco e intentar beber un litro de líquido por hora, aproximadamente. Sin embargo, por el km 50, en un bache pierdo un bidón con 12 geles. Dudé una décima de segundo. Pero mientras dudaba y frenaba mi bici pensando qué hacer, me adelanta mi bidón rodando por el suelo. En la siguiente décima, estaba parado cogiéndolo sin volver a dudar y sin importarme perder tiempo con mis rivales. Fue mi mejor decisión".

En la carrera a pie, Alejandro sentenció la prueba. Corrió en 2:46:08. “Por el km 20, por fin consigo dejar atrás a Xavier Torrades y lanzarme a por la victoria. El daño muscular es grande y la zancada, cada paso, más corta y dolorosa. Es cuando me acuerdo del año pasado y de lo que significa esta prueba… Las mismas calles por las que en 2017 caminaba… ahora estoy ganando", relata emocionado el que ya es vigente bicampeón del Triathlon Vitoria-Gasteiz.