Riccò: de dopado reincidente a heladero que quiere competir a los 40

El italiano, de 34 años y sancionado hasta 2023, cambió su vida después de estar cerca de morir al realizarse una autotransfusión.

"Cuando finalice mi sanción en 2023, volveré. Hay equipos que me quieren. Si no, montaré yo uno. Puedo regresar con 40 años más fuerte que antes". Son las palabras en La Gazzetta dello Sport de quien fuera conocido como 'La Cobra'.

Riccardo Riccò, dopado reincidente, consiguió que la UCI le concediera un certificado para poder traspasar el 50% de hematocrito en sangre, después de superar y ser apartado de las carreras varias veces mientras competiía en categoría juvenil y sub-23. Pero el de Formigine dio positivo por CERA en el Tour de Francia de 2008 y fue suspendido 20 meses. Tras su regreso compitió hasta 2011. Entonces, estuvo a punto de morir debido a una bacteria denominada "septicemia" que contrajo en una autotransfusión. El Tribunal Antidopaje Italiano le impuso una sanción de 12 años, hasta 2023.

A todo ello se ha referido Riccò en el medio italiano. "No se trató de una mala conservación. No guardé la sangre en el refrigerador de verduras, no soy estúpido. Tenía uno especial, pero me comencé a sentir mal. No supe qué hacer y todo se precipitó. La situación era tan crítica que ni siquiera tuve tiempo para tener miedo. Nadie lo sabe, pero cuando todo terminó, fui al hospital para agradecer a los médicos su labor", explica.

Riccò reconoce haber atemperado su carácter con su nuevo trabajo de heladero en El Palmar, en la isla de Tenerife, en un local llamado Choco Loco. Pero su nueva esposa, Melissa, cree que sólo encontrará la paz interior si vuelve a competir en bicicleta.

Este 'apestado' del deporte, como él mismo se define, cuestiona la limpieza del ciclismo actual: "¿Puedo agregar que prefiero el dopaje químico al del motor? Al menos debes tener el coraje de jugar contigo mismo. Con el motor es otro deporte. Nunca lo hubiera usado. Me sentiría como una mierda".