Poco a poco, Javier Gómez Noya está regresando a los entrenamientos. Después de su estreno en la larga distancia en el Ironman de Cairns (Australia), donde acabó segundo y por debajo de las 8 horas, se tomó unos días de descanso en Madeira (Portugal) junto a su futura esposa, la también triatleta Anneke Jenkins.
El triatleta gallego también ha pasó por Madrid el pasado fin de semana para participar en distintos actos organizados por sus patrocinadores, donde ha hecho balance de su esperado estreno en una prueba Ironman.
“Estoy muy contento. El circuito de Cairns no es especialmente rápido. Hizo bastante viento. Muchos teníamos el viento de cara, que al final te frena un poco. Pero contento con eso y no tan contento con algunas cosas, en la manera que las he gestionado en carrera y que creo que puedo mejorar. Los últimos 10 kilómetros para mí fueron de supervivencia y no fui competitivo y ahí era donde se decidía la carrera y no pude estar al nivel de Currie. Espero poder mejorar, entrenar algunas cosas de forma diferente a lo que hacía hasta ahora, pero era la primera carrera y se trataba de aprender y verme en la situación de competición para sacar conclusiones a la hora de entrenar y para gestionar la carrera tácticamente en la propia competición”, ha explicado Noya en sportyou.es.
El bicampeón del mundo Ironman 70.3 (2104 y 2017) mantuvo sus opciones de victoria en Cairns hasta esos últimos 10 kilómetros, hasta el famoso ‘muro’ del maratón… De hecho, era la primera vez que Noya corría un maratón completo. Además, en su caso, precedido de 4 kilómetros de natación y 180 de bici…
“Ahí sabía que era una cuestión de llegar a la meta como fuera, conseguir beber en todos los avituallamientos y centrarse en poner una pierna delante de la otra y no pensar demasiado más que en mí mismo y controlar los músculos para no hacer un gesto de más que me pudiese provocar un calambre, simplemente tratar de llegar a línea de meta. Currie bajó mucho el ritmo, pero menos que yo y consiguió ganar. He aprendido que esos últimos kilómetros, el que sea capaz de correr decente, pues al final tiene muchas posibilidades de ganar. Al ser una carrera tan larga pues todos pasamos penurias”, ha comentado el triatleta gallego.
A partir de ahora, su entrenamiento estará enfocado en el Campeonato del Mundo Ironman del próximo 13 de octubre en Hawaii: “Haré algunas competiciones de preparación, una de ellas el Mundial Ironman 70.3 de Sudáfrica. Y desde ahí, una concentración en Hawaii para intentar adaptarme a la climatología, conocer bien el circuito y simplemente prepararme lo mejor posible”.
Tras 20 años compitiendo en la élite, Javier Gómez Noya ha encontrado en el desafío de la larga distancia, la motivación necesaria para seguir hacia delante: “El cuerpo lleva ya mucha caña, pero lo bueno es que la cabeza todavía está con ganas de más, con motivación, este año con un nuevo reto, pues estoy como cuando tenía 20 años, ilusionado por hacer cosas nuevas y estoy disfrutando todavía”.