"No copies lo que hacemos los profesionales; nosotros corremos los riesgos para que tú no lo hagas"

Ojo a la reflexión y al consiguiente consejo de Lucy Charles tras competir enferma en el T100 de Singapur.

Foto: @t100triathlon

Ojo a la reflexión y al consiguiente consejo de Lucy Charles
Ojo a la reflexión y al consiguiente consejo de Lucy Charles

Fue la ausencia más destacada del último Campeonato del Mundo IRONMAN femenino que tuvo lugar en Niza el pasado mes de septiembre. Lucy Charles no pudo defender el título conquistado un año antes en Kona por una lesión muscular que le hizo perderse ese Mundial IRONMAN y el resto de pruebas del circuito T100. 

Así, uno de los grandes alicientes del T100 de Singapur del sábado era volver a ver competir a la británica, quien finalmente logró un meritorio y sufrido bronce.

En su última publicación en redes sociales, Lucy Charles, de 31 años, confiesa que en esta ocasión también estuvo a punto de ser baja de última hora, pues había estado enferma la semana previa.

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Pese a ello y a las durísimas condiciones de calor y humedad que tuvieron que soportar todos los triatletas, decidió tomar la salida, una apuesta arriesgada que le salió bien, pero que no recomienda a los participantes de grupos de edad.

"No copies lo que hacemos los profesionales"

No estaba segura de si compartir esto, pero creo que es importante mostrar los dilemas que afrontamos los triatletas profesionales, porque, a veces, las decisiones que tomamos a este nivel no deberían verse como un ejemplo.

Mi preparación para esta carrera había ido muy bien. Tuve un bloque de invierno sin contratiempos, con algunos de mis mejores números de entrenamiento en años. Estaba emocionada de mostrarlo.

Entonces llegó la semana de la carrera, y también un dolor de garganta, seguido por los clásicos síntomas de gripe y resfriado. Fue exasperante. Después de cómo terminó la temporada pasada, estaba desesperada por empezar fuerte. Pero he aprendido que no puedes simplemente "obviar" la fatiga de un virus. No funciona.

Nueve de cada diez veces, no empezaría una carrera tan brutal después de estar enferma. Esa es la elección inteligente. Pero esta fue la única vez que sentí que el precio mental de un DNS habría sido peor que el precio físico de competir. No valiente, no inteligente, solo necesario para mi salud general.

Para el día de la carrera, los síntomas habían desaparecido, pero me sentí vacía. Mi potencia en bici fue la más baja que he registrado, 35 vatios menos desde Singapur el año pasado. ¿El único lado positivo? Mi tolerancia al calor se mantuvo, así que los protocolos están claramente funcionando.

¿Moraleja de la historia? No copies todo lo que veas hacer a los profesionales. Da prioridad a tu salud y déjanos a nosotros tomar las decisiones imprudentes para que tú no tengas que hacerlo.