Los médicos cada vez están más seguros que ha sido un infarto y yo les digo: "Ni de coña"

Pedro Tomé acabó en la UCI tras retirarse del IRONMAN de Lanzarote: tenía COVID (sin saberlo) y había sufrido un infarto que le obliga a abandonar el deporte de competición.

foto: Instagram Pedro Tomé

Pedro Tomé acabó en la UCI tras retirarse del IRONMAN de Lanzarote... con COVID y tras haber sufrido un infarto.
Pedro Tomé acabó en la UCI tras retirarse del IRONMAN de Lanzarote... con COVID y tras haber sufrido un infarto.

El triatleta toledano Pedro Tomé, de 53 años, llegaba el pasado 21 de mayo a Lanzarote para intentar completar el que iba a ser su undécimo IRONMAN, el quinto en la isla de los volcanes.

Sin embargo, ya durante la prueba, vomitó al final del segmento de la natación, aunque en ese momento pensaba que fue sólo por haber tragado agua del mar. Llegó hasta el kilómetro 160 de los 180 del sector de ciclismo, cuando tuvo que poner pie a tierra para ser evacuado vía aérea a Las Palmas de Gran Canaria.

Allí, ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Doctor Negrín, los médicos le dijeron que posiblemente había sufrido un infarto. Al principio, Pedro no se lo terminaba de creer pero, pasados los días, el primer diagnóstico quedó confirmado y "el deporte de competición se acabó". 

Así lo ha relatado en las redes sociales:

IRONMAN LANZAROTE 2022

Con mis mejores números aterricé en la isla una semana antes de la fecha de la prueba.

Tenía muchas ganas de hacerlo bien, pero había una diferente sensación a la de otras veces, como una energía distinta que provenía de algún sitio o de alguien que estaba fuera de lo común. Soy una persona muy de energías, y suelo sentirlas dentro de mi en muchas y especiales ocasiones, por ello, esta vez, no iba a ser menos.

Durante los seis meses previos, me he preparado verdaderamente como un profesional y quería devolver a mis niñas, Laura, mi apoyo, mi motivación, mi todo… y a mi hija Noa, que también lo ha sufrido, todo lo que han hecho por mí.

La semana previa en Lanzarote fue tranquila y la aclimatación en la isla era perfecta, aunque en algunos momentos presentía que algo se escapaba de mi control.

Llegó el sábado 21 y a las 04.00 am sonó el despertador. Desayunar, y a prepararse para una batalla más, la 11ª que disputaría en estos últimos diez años dedicados al Ironman.

Esta vez el circuito era diferente, presentaba muchos cambios que lo hacían aún más duro de lo que ya es, tanto en natación como en el circuito de bici.

A las 7.15 tomo la salida para iniciar la única vuelta a nado donde, me encuentro bien, nadando a un ritmo cómodo, a pesar del parón que tuve que hacer para vomitar en el agua, lo que yo achaqué a la gran cantidad que tragué.

Finalizo dentro de los tiempos más o menos estimados.

Empiezo el segmento de bici correctamente, pero, es aquí donde me empiezo a dar cuenta que algo no va bien. Me cuesta coger todo el aire que necesito, no es una sensación de asfixia o no poder respirar, pero si siento que no consigo llenar mis pulmones con total normalidad.

Con más dificultad de lo normal consigo superar más de 150km de recorrido de los cuales, los últimos 15km, voy progresivamente perdiendo ritmo, por lo que decido, echar pie a tierra en un puesto de protección civil que decide llamar a una ambulancia tras contarle mis sensaciones, la cual me traslada al hospital insular de Lanzarote.

Tras un electro y una analítica en el hospital de Lanzarote deciden trasladarme al hospital Dr. Negrín de Las Palmas de Gran canaria para realizar un cateterismo, ya que, están casi seguros de que he sufrido un infarto. Previo al traslado, me realizan también una PCR que da resultado positivo asintomático. Sin duda, si yo hubiera tenido síntomas previos, no hubiera participado en la prueba.

El traslado en helicóptero, por cierto, da para otro capítulo, ya os contaré.

En la llegada al hospital de Las Palmas, ingreso en la UCI en observación esperando la prueba. Los médicos cada vez están más seguros que ha sido un infarto y yo les digo “Ni de coña me ha dado a mí un infarto” jajajaja, putas ganas de vivir…

Después de cuatro días, doy negativo en COVID, y me realizan el cateterismo. Ahí es donde ven que tengo una arteria coronaria obstruida, la que provocó efectivamente el infarto que me decían los médicos. Es ahí sobre la marcha cuando deciden ponerme un stent coronario.

Todo sale a la perfección, y el sábado 28 me dan el alta hospitalaria. Según los médicos puedo seguir con mi vida deportiva, pero el deporte de competición se acabó.

Se cierra una puerta, pero seguro que se van o voy a abrir muchas más.

Me siento como el que estrena algo nuevo y lo quiere enseñar. Yo estreno una nueva oportunidad que me da la vida, dentro de una vida hay muchas vidas, lo tengo claro y estoy seguro que mi hermano que me cuida desde ahí arriba y me trasmite tanta energía dijo, “donde coño vas, que tienes que cuidar todavía de muchos que te quieren ahí abajo”

Estoy seguro que me salvaron las ganas hacer cosas, de luchar, de reírme, de reinventarme, de disfrutar… en definitiva, de vivir. Luché contra un infarto y el COVID haciendo lo que más me gusta y siendo siempre positivo y mirando al futuro, nunca lamentando ni llorando por lo que ha pasado o podía haber pasado. Siempre con humor y risas “porque son esos momentos cuando viene el rictus mortis y la risa es llanto y con el llanto lagrimones”

Quiero agradecer al personal sanitario del hospital Dr. Negrín, tanto de cardio como de UCI, al personal del hospital de Lanzarote por como me han cuidado y han hecho que hoy yo esté aquí.

A todos los que os habéis preocupado por mi desde la distancia.

A mis hermanos canarios, Pablo, Cris, Alberto, Magui, Miki, Juanjo, Víctor, por todo lo que han hecho por mi… IMPAGABLE.

A Mary Carmen, por que cada dia estaba ahí animándome.

A mi madre y a mi tía que las pobres lo han sufrido en la distancia.

A mi ángel de la guarda por lo que ha hecho por mi estos días aquí, me ha demostrado lo que es el amor de verdad, estando conmigo cada minuto, mi Laurita, TQ Gurri, sin ti esto hubiera sido más difícil y seguro que ahora no estaría así de bien.

A mi hija Noa, que la he visto super madura afrontando muy bien esta difícil situación desde la distancia, y dándome todo su apoyo cada día. TQ hija.

Sabéis que, “LO IMPORTANTE NO ES TENER PRINCIPIOS, SINO GRANDES FINALES”

Yo vine a ganar un Ironman y lo que gane fue un Ironlife.

Eres lo que superas.