El esfuerzo y las ganas de superación brillaron este domingo en la piel de los más de 50.000 corredores que participaron en el Maratón de Nueva York, la prueba de larga distancia más populosa del mundo. Y como todos los años, nos deja historias increíbles. Por ejemplo, la de Ginette Bedard, que completó la prueba con 85 años y ya es la mujer de más edad en lograrlo. O la de el atleta keniano Marko Cheseto...
Marko es sobrino de Tegla Loroupe, que en 1994 se convirtió en la primera mujer africana en ganar un maratón importante, consiguiendo el título en Nueva York en 2 horas, 27 minutos y 37 segundos (también lo ganó en 1995), antes de romper dos veces el récord mundial de maratón, primero en Rotterdam (2:20:47) en 1998 y al año siguiente en Berlín (2:20:43).
Así pues, conocía la dimensión de esta prueba gracias a su tía Tegla. Sin embargo, Marko no ha hecho su debut este domingo en la categoría élite, sino en la de atletas con discapacidad física, después de perder las dos piernas en un extraño incidente en 2011...
Desde el año 2008, Marko estudiaba y desarrollaba su carrera como atleta en una universidad de Alaska, en Anchorage. Había llegado a Estados Unidos tras destacar en un campeonato universitario en Kenia. En 2010, se unió a él un primo suyo, William Ritekwiang, con otra beca de atletismo. Pero William no se adaptó a los largos y duros inviernos de Anchorage. Cayó en la depresión y terminó suicidándose. Una mañana llamó a Cheseto. Le dijo que tenía un asunto importante que discutir. "Eran las 5 de la mañana y le dije que era demasiado temprano y que hablaría con él más tarde", recordaba Marko en una entrevista de 2014 en Lifestyle. “Me llamó de nuevo, pero le dije que completara sus tareas de clase y que le vería más tarde". Al día siguiente, se lo encontraron en el cuarto de baño. Se había ahorcado con el cable del teléfono.
A raíz de la muerte de su primo, Marko también sufrió una profunda depresión. Una noche salió a correr, en plena tormenta de nieve. Y no regresó...
55 horas después, tras una larga y multitudinaria búsqueda en la que se emplearon todos los medios posibles, fue encontrado. Después de caer inconsciente en un momento determinado y pasar varias horas a la intemperie a temperaturas bajo cero, consiguió recuperar el conocimiento y arrastrarse hasta un hotel cercano, donde se desmayó definitivamente. El equipo médico que le operó no pudo salvarle las piernas y se vieron obligados a amputárselas justo debajo de las rodillas.
Este domingo, siete años después de aquello, Marko Cheseto, de 35, se puso con sus prótesis en la línea de salida del Maratón de Nueva York para bajar de las 3 horas y convertirse, con su tiempo final de 2h52:33, en el 'recordman' de la prueba en su categoría...
@MarkoCheseto breaking a world record with Sub 3 hr NY Marathon powered by 2 @OssurCorp running prosthetics pic.twitter.com/Fo9amRH2t3
— CAF (@CAFoundation) 5 de noviembre de 2018
