Lance Armstrong se hace millonario tras invertir en Uber por casualidad

No sabía ni a qué se dedicaba realmente la compañía cuando realizó la inversión.

Lance Armstrong se hace millonario tras invertir en Uber por casualidad
Lance Armstrong se hace millonario tras invertir en Uber por casualidad

"Salvó a mi familia"... Son las palabras de Lance Armstrong para explicar cómo un golpe de suerte, efectivamente, solventó la difícil situación económica del siete veces campeón del Tour de Francia, desposeído de todos sus títulos tras ser sancionado por dopaje.

El exciclista estadounidense invirtió 100.000 dólares en los primeros tiempos de Uber, la popular empresa de alquiler de coches con conductor, sin saber a qué se dedicaba realmente la compañía. Ahora, esa participación vale millones, según ha confesado el propio Armstrong.

En una entrevista en la CNBC, asegura que invirtó en Uber en 2009. "No sabía ni lo que era. Pensaba que era para comprar acciones de Twitter, pero la mayor inversión fue para un fondo minúsculo, Uber, valorado en unos 3,7 millones. Le di 100.000 dólares. Ahora vale mucho más, demasiado bueno para ser cierto", comenta Armstrong al recordar cuando el inversor de riesgo, Chris Sacca, le dijo que invirtiera en la empresa cuya valoración actual se estima que puede alcanzar los 120.000 millones de dólares.

Armstrong, que no ha desvelado en cuánto está valorada su participación, detalla por qué se fio de Sacca. "Le conocí cuando estaba con Google o Twitter. Lo pasamos bien y mantuvimos el contacto. Me dijo que si estaba buscando inversores y que si estaba interesado en poner dinero en un proyecto interesante. Yo sabía que era un tipo inteligente y con buenos contactos. ¿Por qué no?", aclara.

Ahora, reconoce que la inversión "salvó a mi familia", después de que fuese suspendido de por vida por la UCI en 2012 tras el escándalo de dopaje. Armstrong perdió sus siete victorias en el Tour, el único ciclista que lo había conseguido en la historia, y tuvo que hacer frente a demandas millonarias. Además, perdió sus suculentos contratos de patrocinio con grandes marcas como Nike.