Atropellado a 60 km/h por un camionero... pero sigo vivo...
Fracturas:
3 en el cuello C1-C2-C4
4 en la espalda T7-T8-T9-T10
3 costillas
Un neumotórax en los pulmones
Me van a someter a dos cirugías
Mi mayor batalla ha comenzado...
Es la publicación en Instagram de Diego Van Looy el 17 de agosto de 2021. La hizo desde una cama del hospital de Manacor, en Mallorca, donde horas antes, mientras entrenaba con la bici, había sido atropellado por el conductor de un camión.
Ese día, el triatleta belga, de 32 años, volvió a nacer. Así lo entendió el propio Diego, que ya había sido campeón del mundo de Duatlón de Larga Distancia en 2019 y había ganado el Embrunman en 2018.
La vida le daba una segunda oportunidad. Y quería aprovecharla al máximo.
Dos semanas después del terrible atropello, antes incluso de poder andar, ya pedaleaba y hacía elíptica en el hospital, tal y como nos mostraba a través de su cuenta de Instagram, a la que había cambiado la denominación: diegocomesbackstronger (Diego vuelve más fuerte)... Toda una declaración de intenciones.
Y así, paso a paso, superando primero la convalecencia y luego la rehabilitación, con una entereza mental digna de admiración, regresó a los entrenamientos cuando tan sólo habían transcurrido diez semanas del accidente. Primero, en la cinta y en el gimnasio.
A los cuatro meses, retomó la bici de montaña y ya corría en la cinta a 3:30/km. "Nunca imaginé que esto fuera posible después de lo que sucedió hace 4 meses", comentaba entonces en las redes sociales Diego, que ha seguido trabajando muy duro para volver a ser el que era.
El año pasado por estas fechas compitió en un trail de 25 kilómetros. En abril, como buen belga, hizo la Cicloturista del Tour de Flandes y de la Lieja-Bastoña-Lieja. En septiembre corrió una prueba de 10 km en menos de 32 minutos. En noviembre, una media en 1h10. Y en diciembre, el Maratón de Málaga, en 2h32.
Para confirmar su milagrosa recuperación, el pasado viernes se lanzó a por el ISRAMAN, prueba que había conquistado en su formato de media distancia en tres ocasiones. Sin embargo, esta vez, el triatleta belga se puso en la línea de salida de la prueba de distancia IRONMAN.
9 hora y 44 minutos después, Diego se presentó en la meta como ganador, rubricando de la mejor manera posible su ejemplar epopeya, que tuvo suspense hasta el final, ya que, en un primer momento, los jueces le descalificaron por pisar la línea que delimitaba el trazado durante el segmento de bici. Pero hubo desenlace feliz. Su hazaña, 17 meses después de estar a punto de perder la vida, lo merecía:
Hice los 180 km de bici con 3.300 m de desnivel con una potencia de 280 vatios para 62kg, lo que me llevó directamente a la primera posición después de sólo 100 km.
Estaba bloqueado durante todo el recorrido por mi velocidad, mucho más alta que otros, y por cruzar la línea blanca en el medio de la carretera sabiendo que el juez me estaba viendo.
Por supuesto que no soy estúpido. Soy uno de los corredores más rápidos en la larga distancia del mundo del triatlón, así que por qué debería asumir riesgos que me costaron una sanción... Podría ser más convervador en la bici y luego correr un maratón más fresco, pero no: estoy aquí para competir.
¡Así que en la línea de meta me dieron un DSQ por cruzar una línea blanca mientras me bloqueaban todo el día!
Hace solo 15 minutos cambiaron su decisión y me hicieron número 1 otra vez.
¡Quería ganar y disfrutar de mi momento de gloria!