El gesto que conmovió al mundo de la campeona del Maratón de Alcalá

La atleta keniana Jacqueline Nyetipei Kiplimo , que se apuntó la victoria en la prueba madrileña el pasado domingo, protagonizó en 2010 una imagen por la que será recordada siempre.

Foto: Getty Images

El gesto que conmovió al mundo de la campeona del Maratón de Alcalá
El gesto que conmovió al mundo de la campeona del Maratón de Alcalá

El pasado domingo, Jacqueline Nyetipei Kiplimo se hizo con la victoria en el 3ª edición del Maratón Internacional de Alcalá de Henares. Se impuso, con un tiempo de 2:46:27, a Natalia Gómez Ruiz (2:46:44) y a Likina Amebaw Ayel (2:58:47). Tan sólo ocho días antes, Jacqueline también había ganado la 10ª edición del Maratón Nocturno de Bilbao, con un registro de 2:47:32.

Pero más allá de la calidad de esta atleta keniana de 34 años, capaz de conquistar dos maratones en ocho días (siete en total desde que se pasó a esta distancia en 2009), su figura siempre será recordada por la imagen que encabeza esta información y que protagonizó en marzo de 2010 en el Maratón Internacional de Zheng-Khai (China)...

El gesto que conmovió al mundo de la campeona del maratón de Alcalá

El gesto que conmovió al mundo de la campeona del maratón de Alcalá

A los pocos kilómetros de comenzar la prueba, ya como líder de la categoría femenina, Jacqueline alcanzó a un atleta chino discapacitado al que le faltaban los dos brazos. El corredor presentaba evidentes signos de deshidratación. Aquel día hizo mucho calor y muchos participantes sufrieron problemas por deshidratación. Hasta que Jacqueline llegó a su altura, ningún otro atleta le había ayudado. Y las asistencias esgrimieron que, si lo hacían, sería descalificado por recibir ayuda exterior.

A la atleta keniana no le importó bajar el ritmo y, por consiguiente, perder la primera posición. Ella se encargó de darle de beber con una botella de agua desde ese kilómetro 10 y hasta el 38. La imagen pasó a la historia…

Cuando se aseguró de que su compañero ya podía alcanzar la meta sin su ayuda, se lanzó a por la victoria, pero ya era demasiado tarde. Su compatriota Emily Samoei se aprovechó de la situación para ganar la carrera, incluido el premio económico de 10.000 dólares.

Un mes después, el atleta chino, que había perdido los brazo en un accidente de tráfico cuando tenía 8 años, acudió con su familia a la Media Maratón Yong Zhou, también en China, para agradecer a Jacqueline lo que había hecho por él.

Kiplimo quedó tan impactada por lo sucedido que decidió continuar trabajando para ayudar a personas con discapacidad. Como cristiana devota y practicante, Jacqueline cree que lo que pasó en China, en marzo de 2010, no fue por azar sino una llamada de Dios.