La contrarreloj de la decimosexta etapa del Giro arrojó algunos resultados inesperados, que no tardaron en ser tachados como sospechosos en las redes sociales. Por ejemplo, el italiano Fabio Aru (UAE), que acabó sexto, a 37 segundos del ganador, el australiano Rohan Dennis (BMC Racing Team), evidenciando una recuperación milagrosa tras la 'gran pájara' sufrida el domingo, cuando cedió más de 19 minutos.
Un rendimiento fuera de lo normal y obtenido de manera ilegal, ya que se aprovechó de la ayuda de una moto. Y no fue el único que tiró de esta treta. Pedersen (Trek), Hermans (Israel Cycling Academy) y Cavagna (Quick-Step) fueron pillados aprovechándose de clamorosos tras-coche.
Además de beneficiarse del rebufo del coche, otros dos compañeros de Aru en el UAE Emirates, Valerio Conti y Diego Ulissi, hicieron directamente ‘trabajo de equipo’. Como salían uno detrás del otro, el primero esperó al segundo. De esta fraudulenta manera, Ulissi finalizó la etapa en un increíble octavo puesto, a 40 segundos de Dennis.
Después de analizar las imágenes, el jurado aplicó el vídeo-arbitraje, el famoso VAR: dos minutos de sanción para Conti y Ulissi; 30 segundos para Pedersen, Hermans y Cavagna; y 20 segundos para Aru.
“Con los vídeos y las repeticiones de las que disponíamos, aparte de la atención generada en los medios con algunas de estas acciones, decidimos imponer estos castigos por la integridad del ciclismo. Los corredores se aprovecharon de motos, coches u otros ciclistas para obtener ventaja”, afirmó el presidente de los comisarios, Randall Shafer.
"Respeto la decisión de los comisarios, pero no tenía intención de obtener ventaja de manera injusta. Durante la carrera, cogí a algunos corredores. Y en esos tramos de la carretera había motos y coches. Los comisarios han debido castigarme porque en algún momento había algún vehículo delante de mí a poca distancia, pero involuntariamente", explicaba Aru después de la crono.
