Alistair Brownlee se ha vuelto a borrar de la lista de salida de un IRONMAN. La semana pasada, el doble campeón olímpico (Londres 2012 y Río 2016) aparecía en la start list del de Suiza que tendrá lugar en la localidad de Thun el próximo domingo 9 de junio, evento que suponía para él la última opción en Europa de lograr su slot para el Mundial.
Y es que Alistair, de 35 años, aún no tiene plaza para el Campeonato del Mundo IRONMAN que en este 2023, en categoría masculina, se disputa en Niza (Francia) en septiembre.
Así las cosas, lo último que sabemos del triatleta británico es la reflexión que ha dejado en las redes sociales, acompañada de una curiosa foto en la que posa, con el maillot del equipo Kelme, junto a su hermano pequeño Jonny.
Alistair habla de cómo ha mantenido la motivación durante tantos años, desde que era un chaval y ya entrenaba a conciencia:
¿Cómo te motivas para entrenar todos los días?
Una de las preguntas que más me han hecho a lo largo de mi carrera.
Habiendo estado involucrado en deportes competitivos casi toda mi vida, he aprendido mucho sobre motivación y fuerza de voluntad.
Cuando era adolescente, competí en natación, ciclismo, carrera y triatlón.
Tenía un programa de entrenamiento bastante riguroso, que a menudo era ir a la escuela en bici por del canal (25 km), correr una hora a la hora de la comida y hacer dos horas de natación después de la escuela, a menudo en pleno invierno, regresando a casa también en bici (otros 25 km) casi en plena noche.
Mirando hacia atrás, me doy cuenta de que lo que me hacía continuar no era solo el deseo de ganar carreras. También era el hábito de entrenar y hacerlo parte de mi rutina diaria.
Tenemos una cantidad de fuerza de voluntad limitada y yo no tenía que usarla constantemente para obligarme a entrenar porque se había convertido en un hábito. Hice que el entrenamiento fuera agradable y motivador entrenando con amigos y encontrando formas de hacerlo social y divertido.
He tratado de resumir lo que he aprendido en estos cuatro consejos que me han ayudado a reducir mi dependencia de la fuerza de voluntad y mantener mi motivación:
1) Haz que el entrenamiento sea una rutina: incorpóralo a tu rutina diaria para que se convierta en algo natural para ti. Por ejemplo, en la escuela, sabía exactamente lo que tenía que hacer el jueves: ir a la escuela a las 7:30 am y correr durante 60 minutos a la hora de la comida. Al igual que ahora, cuando me despierto en un día laborable, sé que necesito estar en la piscina a las 8 am, ¡me guste o no!
2) Elimina las barreras: mantén tu equipo en buen estado y listo para que no tengas que desperdiciar energía preparándote para entrenar o preguntándote dónde está. Si sabes que vas a correr por la mañana, todo lo que necesitas debe estar listo la noche anterior para que sea una cosa menos en la que pensar cuando te levantes
3) Hazlo agradable: encuentra formas de hacer que el entrenamiento sea divertido y social, ya sea que eso signifique entrenar con amigos o encontrarle un aspecto competitivo
4) Usa la motivación externa con moderación: trato de usar la motivación externa tácticamente (la carrera que tengo próximamente o tal vez concederme un regalo después de la sesión) cuando realmente necesito levantarme del sofá para ir a entrenar