Flora Duffy ha regresado a lo grande. En el exigente Evento de Clasificación Olímpica que se ha disputado este jueves en Tokio ha logrado el triunfo, aunque de la manera más inesperada.
Después de un año fuera de la competición por su lesión en el pie –no se ponía un dorsal desde la prueba de Hamburgo de las Series Mundiales del 14 de julio de 2018–, la triatleta de Bermudas ha demostrado que ha recuperado su mejor nivel en la bici y que también está bastante fuerte en la carrera. Además, se llevó una grata sorpresa tras cruzar la línea de meta en tercera posición... Las británicas Jessica Learmonth y Georgia Taylor-Brown, que la habían superado en el último 5.000 a pie –este último segmento se acortó de 10.000 a 5.000 metros debido al calor (30º) y la humedad (85%), según estipula el reglamento de la Federación Internacional (ITU)–, entraron de la mano delante de ella, por lo que su posterior descalificación por provocar un empate deliberado le valió a Duffy el oro.
"Había muchas telarañas para ir tan rápido y fue difícil desde el principio. No he hecho esta intensidad en más de un año y hubo momentos en que pensé que no podría estar ahí, hasta el final, así que no ha podido ir mejor. Me encantó la carrera, fue genial volver a estar con las chicas. Me encanta competir en condiciones cálidas y húmedas y el objetivo era venir aquí y comprobar las condiciones", explicaba después de la prueba Duffy, bicampeona de las Series Mundiales de Triatlón (2016 y 2017).
La decisión de los oficiales se tomó de acuerdo con la Regla 2.11.f, que establece: "Los atletas que terminen en una situación de empate artificial, donde no se hayan hecho esfuerzos para separar sus tiempos de finalización, serán descalificados".
La decepción fue clara por parte de las dos británicas. Su compañera de equipo Vicky Holland se hizo finalmente con el bronce y la italiana Alice Betto se llevó la plata.
La carrera
Los jueces optaron por acortar el recorrido del segmento de carrera a pie a 5 kilómetros, de acuerdo con las reglas de la ITU para preservar la seguridad de los triatletas.
Learmonth fue la primera en cubrir los primeros 1.500 metros de natación e intentó marcharse en solitario en la primera vuelta del sector de ciclismo, al igual que la estadounidense y líder del ranking de las Series Mundiales Katie Zaferes, que acabaría retirándose por una dura caída. Sin embargo, Duffy tomó el mando de las operaciones y se encargó de reagrupar a todas las favoritas. La de Bermudas siguió forzando la máquina durante los 40 kilómetros de bici. Así, en la segunda transición, sólo quedaban seis triatletas en el grupo delantero: Duffy, Learmonth, Georgia Taylor-Brown, la estadounidense Taylor Spivey, la italiana Alice Betto y la brasileña Vittoria Lopes. El pelotón perseguidor se bajó a correr a un minuto y medio de la cabeza de carrera.
En los últimos 5 kilómetros a pie, Duffy, Learmonth y Taylor-Brown cobraron ventaja rápidamente, pero las dos británicas y compañeras de entrenamiento no tardaron en soltar a Duffy.
En la recta final, ya sobre la moqueta azul, Learmonth y Taylor-Brown, tras completar todo el recorrido a pie en paralelo, siguieron corriendo juntas, codo con codo, y se cogieron de la mano justo antes de cruzar la línea de meta, sin esprintar, con la consiguiente descalificación tal y como señala el reglamento de la ITU. Duffy entró en la 3ª posición, pero fue declarada campeona de la prueba. La Federación Británica apeló la resolución, pero el Jurado de Competición la rechazó.
Miriam Casillas consiguió una gran 13ª plaza.
