Dylan van Baarle (INEOS Grenadiers) se adjudicó el pasado domingo la 119ª edición de la París-Roubaix, conocida como el Infierno del Norte, la más rápida de toda su historia. Lo hizo con un ataque dentro de los últimos 20 kilómetros que remataba el trabajo de su equipo y su propio esfuerzo personal, pues fue uno de los corredores más activos durante los 257 kilómetros de recorrido. Wout van Aert (Jumbo Visma) y Stefan Küng (Groupama FDJ) se tuvieron que conformar con acompañarle en el podio.
"𝐈 𝐜𝐨𝐮𝐥𝐝𝐧’𝐭 𝐛𝐞𝐥𝐢𝐞𝐯𝐞 𝐢𝐭 𝐰𝐡𝐞𝐧 𝐈 𝐰𝐞𝐧𝐭 𝐨𝐧 𝐭𝐨 𝐭𝐡𝐞 𝐯𝐞𝐥𝐨𝐝𝐫𝐨𝐦𝐞."
— INEOS Grenadiers (@INEOSGrenadiers) April 17, 2022
Finishing #ParisRoubaix solo. A dream for any rider. Today it came true for @DylanvanBaarle.
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La París-Roubaix más rápida de la historia... en vatios
Mientras atrás unos y otros saltaban en persecución, Dylan van Baarle mostraba en cabeza una gran condición física y un puntito superior. Del dicho, al hecho. El neerlandés entró al Camphin-en-Pévèle (1,8 km y cuatro estrellas) y dejó con facilidad y a ritmo a Devriendt. Un poco más le costó descolgar a Mohoric y a Lampaert, pero también lo logró.
A falta de 17 kilómetros, Dylan atisbaba la posibilidad de obtener su victoria más importante en uno de los grandes monumentos de la temporada ciclista. Ni dudó, vaya. A pesar del esfuerzo que llevaba a sus espaldas, el neerlandés metió ritmo y siguió. Ni tiempo le dio a ver el Carrefour de l'Arbre. Cuando Van Aert y Küng cruzaron la línea de meta, el flamante ganador de la carrera ya se abrazaba con Dave Brailsford, el mánager del INEOS Grenadiers.

En la cuenta de Strava de Dylan van Baarle figura una velocidad media de 44,8 km/h, ya que incluye los 7 km de la salida neutralizada. En realidad, fueron 45,792 km/h que, como decíamos, es la más rápida de la historia.
La potencia media fueron 307 vatios (341 de potencia promedio ponderada), con un pico máximo de 1.126 que alcanzó en el sector Trouée d’Arenberg, a 85 km para el final.
Durante el ataque en Camphin-en-Pévèle, el ciclista neerlandés, de 29 años, mantuvo 438 vatios y una velocidad de 41 km/h durante los 1,8 km del tramo de cuatro estrellas.

Desde ese punto hasta la meta, aguantó una media de 390 vatios y una frecuencia cardíaca de 170 pulsaciones por minuto para cubrir estos últimos kilómetros a 45,5 km/h.
Y para recorrer el último sector de cinco estrellas de la carrera, el Carrefour de l’Arbre, fue capaz de soportar un esfuerzo de 421 vatios durante poco más de tres minutos, con un máximo de 700.
