"Cuando tenía 9 años quería nadar 9 veces a la semana... a las 5 de la mañana"

[VÍDEO] Así fue el duro camino hasta la cima del triatlón de Daniel Baekkegard.

foto: @jamesmitchell5

Así fue el duro camino hasta la cima del triatlón de Daniel Baekkegard
Así fue el duro camino hasta la cima del triatlón de Daniel Baekkegard

Por momentos un "cuento de hadas"... por momentos una pesadilla... Así ha sido la historia de Daniel Baekkegard en el deporte profesional. Ahora, con tan solo 25 años, ubicado ya entre la élite mundial del triatlón de larga distancia (ocupa el 6º puesto en el ranking de la PTO), el danés ha hecho balance de su trayectoria en un vídeo que ha publicado la propia Organización de Triatletas Profesionales (PTO) y que puedes ver más abajo.

Daniel comenzó su viaje en el agua... y de la mano de su madre, Anne. “Recuerdo mi infancia feliz y tranquila. Podría ser como un cuento de hadas. Mi mamá me crió sola y se aseguró de que tuviera todo lo que necesitaba en la vida en términos de amor y apoyo”, explica Baekkegard, que en 2021 ganó el IRONMAN 70.3 de Lanzarote y el de Dubai, además de conquistar el bronce en el Mundial de esta especialidad en St. George.

A los siete años comenzó como nadador competitivo y cuando tenía nueve vino y me preguntó si podía nadar nueve veces a la semana, empezando tres días a las 5 de la mañana, porque quería mejorar", relata Anne, su madre.

“En aquel entonces se plantó la semilla de que quería ser deportista profesional”, afirma el propio Daniel, que también conoció los sinsabores del deporte cuando se frustraron sus sueños de representar a Dinamarca en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. “Empecé a hacer Triatlón y me encantó. Me mudé de Copenhague a Odense y me uní al equipo de triatlón. En mi cabeza, iba a los Juegos Olímpicos y luego, de repente, no iba a ir”.

“No fue elegido para la última parte de las clasificaciones olímpicas para Tokio 2020. Eso fue devastador para Daniel y perdió mucha confianza durante ese período”, comenta su entrenador, Kasper Gejl.

“Gané mucho peso y ya no me iba tan bien en los entrenamientos. Me despidieron de la selección nacional. Y eso fue como una patada en la cara, porque pensaba que yo era la nueva era de la selección. Creo que tuve un año en el que no terminé el 80% de las carreras. Mentalmente, no estaba realmente preparado para eso.Tuve tres semanas en las que no salí de mi habitación y no cogí el teléfono. Pero me prometí a mí mismo en ese momento que, pasara lo que pasara, tomaría una decisión y lo haría al 100%. Y elegí el triatlón”, relata Baekkegard.

“Para tener éxito en el deporte, especialmente en uno como el triatlón y el triatlón de larga distancia, tienes que ser mentalmente muy... tienes que llegar a lo más profundo de ti mismo. Creo que esa es una de las cosas en las que soy muy bueno. Puedo llegar muy hondo", confiesa el triatleta danés, que también habla sobre lo que ocurrió en el IRONMAN de Austria en 2019. Daniel se impuso en aquella prueba. Y en la línea de meta sacó toda la rabia contenida y, en lugar de coger la cinta, la pisó...

“En 2019, tuve una semana bastante épica. Fui a Finlandia y gané mi primera carrera 70.3. La semana siguiente fui a Austria e hice un distancia completa y terminé ganando también. Cuando llegué a la alfombra roja, no había visualizado cómo sería sentirse ganador. Fue como si todo me golpeara en un segundo. Mucha felicidad. Mucha ira. Era el odio a uno mismo. Esas fueron las emociones que surgieron... Me desperté al día siguiente, tenía mensajes en mi teléfono y en Instagram sobre lo arrogante y lo idiota que era por patear la cinta... Tuve una especie de flashback de cosas que sucedieron en años anteriores, donde las cosas habían sido una lucha. Y de repente tenía una cosa de la que podía estar orgulloso. Eso demostraba que tenía futuro en el triatlón. Y es muy difícil recibir un mensaje personal de alguien a quien no conoces o con quien no has hablado nunca diciéndote que eres un ser humano terrible y que le has faltado el respeto al deporte”, cuenta Daniel Baekkegard.