El 19 de septiembre de 2017, una conductora que iba mirando el móvil se lo llevó por delante. El resultado, una rotura del basto interno de 15 cm, dos dedos con esguince y esguince cervical". De esta cruel manera se truncaba el sueño de estar en la línea de salida del Campeonato del Mundo Ironman de Hawaii para Carlos López, que se autodefine como "un triatleta de grupos de edad que, por cabezonería, compite en élite".
Justo un año después del accidente, el triatleta balear, campeón en 2016 del Ironman de Mallorca, regresa definitivamente a la larga distancia. Será en el siempre exigente Challenge de Madrid, donde no renuncia a nada... por algo le apodan 'Súper López'...
-Hace un año te atropellan y te rompen el sueño de competir en Kona en categoría PRO... Este domingo, estarás en la línea de salida del Challenge de Madrid. ¿Qué título de película le pondrías a estos 365 días?
No sé, ¡jajaja!. Solo te digo que ha sido un año muy duro para la familia. Lo mejor de todo es que somos positivos en casa y tiramos hacia delante con lo que sea.
-¿Has llegado a pensar en abandonar?
Nunca.
-¿De dónde has sacado la fuerza para seguir adelante y volver?
En la vida lo único que te para los pies es una enfermedad terminal. De todo lo demás se puede salir hacia delante. Noe, mi mujer, ha sido la más perjudicada en todo este año. Estaba embarazada y tuvo un aborto debido a los nervios y ansiedad.
-Siempre has defendido que cuanto más dura es una prueba, mejor se adapta a tu perfil. ¿Por esta razón has elegido el Challenge de Madrid?
Exacto. Yo las haría así como mínimo. En las pruebas con poco perfil se puede ir en pelotón manteniendo la distancia más fácilmente. Aquí en Madrid es más difícil. Tanto en la subida como en la bajada se puede distanciar a los rivales.
-¿Cómo llegas a esta competición?
Pues muy bien. Aunque sin competir desde el 13 de agosto de 2017 (acabó 4º en el Ironman de Hamburgo y, con ello, obtuvo su clasificación para Hawaii), ya que participé en un Totaltrimallorca half en junio. Pero sin más. Solo para ver cómo respondía la pierna.
-¿Te ves con opciones de luchar por la victoria?
Sin duda sí.
-Carlos López sale primero del agua… ¿y luego?
Eso si Pablo Dapena me deja. Y luego en bici sin mirar atras. Tengo claro que no puedo correr en menos de 2h50 la maratón. Así que la bici la haré lo mejor que se pueda.
-Tu carrera ideal sería…
Irme en bici solo.
-Si tuvieras que apostar por un favorito, ¿por quién lo harías?
Si no soy yo, que gane uno de mis compañeros de selección. Pero el que más posibilidades tiene es Pablo, después de ganar el Mundial.
-¿Intentarás la clasificación para Kona más adelante?
No me lo he planteado de momento. Pero siendo realista no tengo las condiciones para competir contra triatletas profesionales. Es inviable trabajar de 7 a 10 horas al día y también tener fines de semanas de guardia y, al mismo tiempo, poder rendir. No sé cómo gané el Ironman de Mallorca y cómo me clasifiqué para Kona.
Después del atropello coincidí en el Hotel Viva Blue con Noya y Mario Mola. Me preguntaron cómo era mi día a día. Y después de oírlo, sus palabras fueron: "Yo ni me lo planteo y ninguno de nosotros aguantaría una semana así".
-¿Te atrae la idea de intentarlo en el Ironman de Vitoria?
Sí, porque es como correr en casa. Conozco los circuitos y tengo la espina de no haber competido este año por la apendicitis. Además, el público de allí es la h... ¡De lo mejor!
Sinceramente, me gustaría ir a Kona, competir y sentir lo que tanto he soñado. Desde que empecé a hacer triatlón, como todos los que hacemos larga distancia, me he visto rodando por Hawaii, nadando y corriendo. Pero soy un grupo de edad que, por cabezonería, compite en profesional. Pocos patrocinadores te ayudan. Es inviable. En mis condiciones, no se puede competir contra gente que no hace nada más que entrenar.