Uno de cada cinco triatletas se retiró del Mundial IRONMAN de St. George

¿Por qué la prueba del pasado sábado –la primera que se hacía fuera de Hawaii– ha tenido el mayor porcentaje de abandonos de la historia del Campeonato del Mundo IRONMAN?

Uno de cada cinco triatletas se retiró del Mundial IRONMAN de St. George
Uno de cada cinco triatletas se retiró del Mundial IRONMAN de St. George

Más de 3.500 triatletas de grupos de edad se pusieron en la línea de salida del Campeonato del Mundo IRONMAN de St. George el pasado sábado. Pero sólo consiguieron llegar a meta el 78,1%. Dicho de otra manera: sólo uno de cada cinco logró ser finisher de este primer Mundial IRONMAN que se disputa fuera de Hawaii.

Lo habían avisado quienes conocían el recorrido –el segmento de ciclismo tenía 2.400 m de desnivel y el de carrera a pie cerca de 500– y lo confirmaron también los PRO justo después de sufrirlo en la rueda de prensa. Blummenfelt, Sanders, Currie... los tres primeros, y también el resto de participantes, coincidieron en que había sido la prueba IRONMAN más exigente que habían hecho. Currie, de hecho, no pudo asistir a la mencionada comparecencia porque necesitó más tiempo para recuperarse del esfuerzo. Ya en el podio pudimos verle beberse la cerveza que les ofrecieron de un solo trago porque estaba completamente deshidratado.

Muchos abandonos para ser un Mundial

La tasa de abandonos, del 21,9%, es extremadamente alta tratándose de un Campeonato del Mundo, donde todos los triatletas llegan en su mejor estado de forma posible, preparados y dispuestos a sufrir más que nunca para, al menos, llegar a meta. Al fin y al cabo, estamos hablando de la prueba más importante del planeta para todos los triatletas, sea cual sea su nivel.

Pero competir en St. George siempre es duro, muy duro. Según Raymond Britt, de runtri.com, el IRONMAN de St. George de 2011 ya registró un porcentaje de DNF del 19%. Un año después, ese número se disparó al 29%, en un día en el que “el agua, especialmente agitada, obligó al 6% de los participantes a abandonar; el viento, de hasta 65 km/h, forzó la retirada de otro 19%; y otro 4% no completó la carrera a pie”, explica Britt.

Mucho desnivel... mucha altitud

Los triatletas que compitieron en el Mundial del sábado no tuvieron que sufrir un viento tan fuerte, pero el trazado de bici y del maratón sí era más exigente que el habitual del IRONMAN de St. George. Además, toda la prueba se desarrolló por encima de los 800 metros de altitud media, más que suficiente para convertirse en un hándicap para todos aquellos, la mayoría en el caso de los grupos de edad, que no han tenido la ocasión de entrenar en estas condiciones. Por eso hemos visto a casi todos los PRO realizando concentraciones en estaciones de montaña: por ejemplo, Blummenfelt, Iden o Noya, en Sierra Nevada.

Ya lo apuntaba el legendario Mark Allen, seis veces campeón del mundo IRONMAN: "St. George no es como Kona, que no tienes verdaderas subidas. En St. George tienes subidas duras de verdad. El maratón de Hawaii no es tan exigente como el de St. George. Este recorrido requerirá una preparación específica si quieres hacerlo bien allí".

Sus palabras quedaron confirmadas, lamentablemente, el día de la competición: en Hawaii la tasa de DNF está entre el 5 y el 7 por ciento. En St. George se disparó a ese 21,9%, con otros dos factores que también contribuyeron a ello.

Dos dificultades más

Por un lado, la baja temperatura del agua, que no llegaba a los 17 grados. Y por otro, IRONMAN quería alcanzar los 4.000 inscritos (a principios de año la cifra estaba en 2.800), por lo que incentivó la participación de los triatletas de su programa All World Athlete Gold-Silver, muchos de los cuales no han tenido el tiempo suficiente para preparar una prueba de semejante dureza, y más estando en pleno invierno en el hemisferio norte.