Sam Laidlow, 5º del ranking de la PTO y plata en el último Mundial de Kona, se presentaba este sábado en el IRONMAN de Lanzarote como indiscutible favorito a la victoria.
El triatleta francés, de 24 años, ganador del Challenge Gran Canaria hace un mes, salió primero del agua y comandó igualmente el sector de bici hasta que fue adelantado por otro de los grandes candidatos al triunfo, el australiano Cameron Wurf, ciclista del INEOS, 5º en Hawaii en 2019 y 11º en 2022.
Wurf comenzó la carrera a pie con más de cuatro minutos de renta sobre Laidlow, que retomó la primera posición al paso por el medio maratón. Parecía que la victoria era suya. Sin embargo, poco después se fue desinflando y acabó por retirarse.
Así las cosas, el también galo Arthur Horseau, 3º en 2022 en el IRONMAN de Niza y compañero de entrenamientos del propio Laidlow, tomó el mando a 14 kilómetros para el final y, con un maratón en 2:39:20, se apuntó el triunfo, récord de la prueba incluido (8:22:31).
24 horas después de su inesperado abandono, Sam Laidlow ha dejado en las redes sociales una reflexión que le honra, pues no pone excusa alguna. El triatleta que cuando daba sus primeros pasos en el profesionalismo fue capaz de tutear al mejor Gómez Noya y de correr 20 km con la bici al hombro para poder acabar el Triatlón de Cannes, habla de "la belleza del IRONMAN"...
La belleza del IRONMAN
Pensé que era capaz de mucho más, pero una vez más me sentí honrado por el deporte.
Días como ayer duelen, pero es exactamente por lo que vivo.
Me encanta el desafío, me encanta la lucha.
Me encanta darme cuenta de mis errores y tratar de ser mejor.
Nadie nunca dijo que iba a ser fácil.
Muchas gracias por todo el apoyo y mensajes amables a pesar de mi mala actuación. Realmente significa mucho y me ayuda a volver a levantarme.
Tantas personas han invertido tiempo y energía en mí que os debo intentar ser el mejor.
Nos vemos en Roth.
Nos quedamos también con los comentarios más destacados, como el de Cameron Wurf:
"Gracias por castigarme durante la prueba".
O el del australiano Nick Kastelein:
"¡El IRONMAN de Lanzarote es una bestia, compañero! Volverás para la redención".
También con el de la mítica triatleta suiza Natascha Badmann, seis veces campeona en Hawaii:
"Algunos días no se gana, pero se aprende".
