Patrick Lange, una de las sensaciones del año al convertirse en el ganador inesperado del último Ironman de Hawaii, ha revelado en Frankfurter Rundschau algunos aspectos muy interesantes, tanto de su faceta profesional como personal.
“El triatlón es como el fútbol, ¡simplemente increíble! Los triatletas somos personas que también nos entregamos a nuestra pasión. Aun así, no deberías comenzar con un Ironman. Un sprint es suficiente. Y siempre digo: Hablaremos de nuevo una vez que uno haya cruzado la línea de llegada”, aconseja Lange.
El triatleta alemán es vegetariano desde hace ocho años. “Sólo como carne una vez al año, cuando paso unos días con unos amigos de Texas y preparan una barbacoa. Prefiero no ser descortés”, bromea.
Gracias a la dieta vegetariana, ha conseguido mejorar notablemente su rendimiento. “Significa que tienes copos de trigo, avena, frutos secos, almendras, coco rallado, semillas de girasol y canela empapadas en leche de almendras y adornadas con yogur de soja y frutas para el desayuno…. Suena más complicado que un menú de Navidad. Pero no lo es. Todo está en envases en un cajón de la cocina… Cuando te das cuenta de los beneficios para tu cuerpo en términos de rendimiento y capacidad de recuperación, se hace más llevadero”, explica el campeón germano, que recurre a la suplementación para cubrir algunas carencias. “Tengo un consumo muy alto de hierro por razones genéticas, que no puedo cubrir con legumbres. Por tanto, agrego Vitamina B12. Y si entreno duro durante seis o siete horas en la fase de preparación previa a Hawaii, también tengo que trabajar con batidos, barritas energéticas y suplementos de proteínas para satisfacer mis necesidades energéticas”, añade Lange, que también adoptó el vegetarianismo por motivos éticos. “Mi tío tiene una carnicería, donde a menudo trabajaba durante las vacaciones y sacrificaba cerdos. Cualquiera que alguna vez haya visto el interior de un matadero se hace rápidamente vegetariano… La tierra cultivable utilizada para dar de comer al ganado podría suministrar sustento al doble de personas si se alimentaran sin carne”.
Patrick Lange tampoco bebe alcohol, aunque muchos días sí se permite una cerveza de trigo 0,0 después de un entreno con calor.
Su victoria en el Campeonato del Mundo Ironman de Hawaii le ha cambiado la vida… hasta cierto punto: “Cuando miras la cuenta bancaria, ¿notas que eres el ganador de Hawaii? Por supuesto. Sería una pena que ése no fuera el caso. El campeón en Kona obtiene 120.000 dólares, pero tienes que quitar directamente el 30 por ciento por los impuestos estadounidenses. No puedo decir que ya no necesite trabajar más en mi vida… Me gusta la popularidad, pero también puede desaparecer rápidamente”.
Aparte del triunfo, estableció un nuevo récord en la prueba, al que no le concede demasiada importancia. “Esta isla tiene sus propias reglas. Es posible que el próximo ganador necesite ocho horas y media. En una carrera así entras en zonas del alma que no conoces… De repente, estaba seis minutos detrás de la cabeza. Pero te has estado preparando durante meses. Tienes que ser duro como el acero para decirte: ‘El día es largo'. En la última parte del maratón me concentré en el helicóptero que seguía la carrera para ignorar los aspectos emocionales”, explica Patrick Lange, que en 2018 estará en el Ironman de Frankfurt, aunque el gran objetivo será revalidar su triunfo en Kona.
