Los formatos cortos –más bien habría que decir 'muy cortos'– siguen ganando presencia y protagonismo en el triatlón. El más claro ejemplo de esta tendencia es la inclusión de los relevos mixtos en el programa olímpico de Tokio 2020, una prueba en la que cada uno de los cuatro triatletas que componen los equipos completa un triatlón súper sprint. Incluso, hemos visto ya alguna Copa del Mundo que se ha disputado sobre esta distancia tan explosiva. Por ejemplo, la final de la de Chengdu (China).
Ahora, la ETU (Unión Europa de Triatlón) da un paso más o, en este caso, un paso menos. Es decir, recorta aún más el formato: 150 metros de natación, 3 km de ciclismo y uno de carrera. Y no sólo eso. La Copa de Europa de Lievin (Francia) del próximo fin de semana del 2 y 3 de marzo, que abrirá el circuito continental, se celebrará íntegramente bajo techo, convirtiéndose en la primera prueba indoor de este nivel en la historia del triatlón.
El Lievin Arena Indoor Stadium, con capacidad para 6.000 espectadores, albergará el evento. La organización promete, aparte del espectáculo propio de la competición, disc-jockey para amenizar la prueba y otras sorpresas.
Los triatletas nadarán en una piscina de 25 metros de largo y 15 metros de ancho, especialmente instalada para la ocasión. La bici y la carrera a pie se llevarán a cabo en la pista de atletismo de 200 metros, debidamente delimitada para cubrir las distancias establecidas.
La prueba tendrá varias series clasificatorias. Y habrá repescas, semifinales y la consiguiente final. El ganador/a se embolsará 1.250 euros.
En 1993, también en Francia, concretamente en el velódromo de Burdeos, ya se disputó un triatlón íntegramente bajo techo, con Simon Lessing y Mark Allen, y donde Brad Beven corrió descalzo para sorprender y llevarse la victoria...
Habrá que esperar hasta el próximo mes de marzo para ver el resultado de la primera Copa de Europa de Triatlón Indoor de la historia.
