El regreso de Iván Raña a una prueba de la ITU era una de los grandes alicientes de la Gran Final de las Series Mundiales que se disputó este sábado en Rotterdam (Holanda). A un mes de su gran objetivo, el Mundial Ironman de Kona, el triatleta gallego quería volver a probarse en "una carrera mucho más intensa donde prima el cuerpo a cuerpo", como él mismo explicaba al dar a conocer su presencia en la última prueba de la temporada de las WTS. Al final, no pudo terminarla porque no pudo adaptarse a tiempo a la nueva posición del siilín. Así lo explica Iván:
"Vine a Rotterdam con la ilusión de una chaval de 20, más motivado que a las carreras de larga que suelo hacer. Tengo que agradecer al seleccionador y a la Federación que hayan apostado por mí. La verdad que, aun siendo peligroso el circuito y no lo mejor para una Gran Final (creo que lo exageramos un poco), para mí en el fondo era como volver a cuando era chaval y pasaba todo el día haciendo piruetas: curvas, pavé, mojado y unos cuantos animales pedaleando a tope.
Los últimos entrenos me dieron seguridad para asimilar bien los cambios de ritmo, si no, ni vendría.
Nadando salí en un grupo no demasiado lejos de cabeza. Cuando vi que no entraba delante en la salida, dejé un poco de energías para poder ir al 100% en la bici. Transición 1, bien, sin problemas con el casco y el neopreno.
Hago dos vueltas en bici en el grupo, tiro un poco, y luego empiezo a notar que las piernas me estallan yendo a unos vatios bastante normales para lo que puedo mover. He retrasado el sillín estos días de 0 de plomada a 5 cm que pide la ITU, mucho cambio para mí. Quizá con 20 años asimilaba mejor esos cambios, ahora necesito alguna semana más. Y de esto ni me acordaba. En larga es libre. También creo que ando bastante más ahora, por eso me ha fastidiado mucho venir aquí sin sacar el trabajo que hay. Creo que lo superaré.
Volveré a correr algún olímpico el año que viene, porque me encantan, es guapisímo. La tarde de ayer la aproveché haciendo un trote largo con mi colega Adrián. No le dije cuanto íbamos a hacer. Le di 2 euros antes de salir. Me preguntó: "¿Y esto?". Le contesté: "Sólo por si acaso". Luego lo entendió rápidamente cuando llegamos con 2h30 al hotel. Por cierto, buenas sensaciones. Hacer entrenos tan fresco no es lo normal.
Ahora un par de semanas en Madrid y gas a fondo para Kona. Enhorabuena a Mario y a toda la selección, un placer volver a compartir unos buenos momentos con todos".