La imagen del colapso de Callum Hawkins en el Maratón de los Juegos de la Commonwealth del pasado 14 de abril ha dado la vuelta al mundo.
Hawkins, de 25 años, lideraba la carrera con casi dos minutos de ventaja sobre el australiano Michael Shelley, a la postre ganador de la prueba. Pero pasado el kilómetro 40, colapsó y se fue al suelo.
"Es instinto del atleta seguir, especialmente cuando vas en cabeza", explica Hawkins a BBC Sport en una entrevista reciente.
Aunque consiguió levantarse, el atleta escocés volvía a sufrir un nuevo colapso poco después. Exhausto y sin fuerza en las piernas, Hawkins chocaba contra la valla que separa a los corredores del público, incapaz ya de ponerse en pie.
Hawkins se negó en un primer momento a recibir ayuda porque hubiera significado la descalificación instantánea de la carrera.
"Estaba desesperado por conseguir una medalla y había puesto todo lo que podía en ella. Así que yo le tendría que haber dicho a alguien que me detuviera. Pero una vez que me levanté, ya no recuerdo nada. Por tanto, debería haber sido obligado a abandonar", aclara.
La actitud de algunos aficionados, que se dedicaron a sacar fotografías del corredor en el suelo en lugar de auxiliarle, provocaron multitud de críticas. También sorprendió el excesivo tiempo que tardaron los servicios de emergencia en llegar al lugar donde colapsó Hawkins.
"Tal vez sea necesario establecer una regla para que, después de dos caídas o algo así, o si no te recuperas tras un tiempo prudencial, alguien tome la decisión de tirar la toalla como en el boxeo", propone Hawkins.
El atleta escocés ya está pensando en su regreso a los entrenamientos y a la competición, pero le llevará más tiempo del que le gustaría, después de haber sido ingresado a consecuencia de su desfallecimiento.
"Esta experiencia del colapso me hará mejor atleta. Voy a esperar un poco más de lo normal para recuperar las piernas, pero espero volver a competir en el verano", concluye.