La muerte de un corredor en la Titan Desert ha eclipsado todo lo demás en los primeros días de este gran reto. Durante la etapa maratón, Fernando Civera entró en paro cardiaco en el km 55. Estábamos en medio de 2 duras etapas, con dunas y tramos donde la mayoría de participantes tienen que empujar la bici por la arena bajo el sol. La etapa maratón era, además, de navegación, donde cada participante puede elegir su ruta con la obligación de pasar por los puntos obligatorios.
En esta etapa, los participantes duermen en un campamento en medio del desierto y cada corredor debe llevar saco de dormir, ropa para pasar la noche y lo necesario para el día siguiente. Es una gran aventura. En el campamento únicamente tenemos comida, agua y una jaima gigante donde dormimos esperando no sufrir una tormenta de arena.
Al término de la segunda etapa nos comunicaron la triste noticia que dejó a todos los participantes conmocionados y tristes. Justamente en esta etapa no teníamos ningún tipo de cobertura, estábamos incomunicados y no podíamos contactar con familiares y amigos. La noche, además de tener que dormir en el suelo, se hizo aún más larga y en todos los corros no parábamos de comentarlo.
La Titan es dura y no todos los participantes vienen preparados para terminarla. Las etapas para los primeros suponen 3-4 horas. Son profesionales y, además de ser rápidos, saben todos los trucos para pasar las dunas y elegir las mejores rutas. Terminan las etapas y les queda todo el día para descansar. Mientras que la media puede ser de 8 horas. Y eso supone tener más horas de sol mientras pedaleas y menos horas de descanso para el día siguiente. El cansancio se acumula. Los últimos de cada día acaban con el cierre de control con casi 11 horas con la bici. Sol, rozaduras y fatiga absoluta dificultan el rendimiento para el día siguiente.
Me resulta difícil creer que la dureza de la prueba pueda ser la causa de la muerte. No practicamos un deporte de tanto riesgo. Además, parece que Fernando era un deportista experto y preparado. Los participantes llevamos un localizador con una alarma en caso de urgencia médica. Estamos protegidos y controlados. Desconozco los detalles y si hubo alguna negligencia.
Sigo pensando que el deporte es bueno, nos da salud y no nos la quita. La prueba es exigente pero no para perder la vida. Y en todo caso, soy defensor del deporte para alargar nuestra salud. Cuando pasan estas cosas, pienso que gracias al deporte no ha pasado antes.
Descanse en Paz, Fernando.
La tercera etapa la hicimos neutralizada, en duelo por el compañero. La Titan continúa...
