Lance Armstrong, de 47 años, y el canadiense Simon Whitfield, de 43, medalla de oro en triatlón en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 y plata en Pekín 2008, participaron este domingo en el SwimRun que se disputa en el entorno del Parque Estatal Moran y la Isla de las Orcas, la más grande de las Islas San Juan, en el estrecho de Georgia (Washington, EE.UU.). Y lo hicieron formando equipo: el 'Shower, Shampoo, Blow Dry' (en castellano: 'champú, secado rápido y carrera'). Proviene de un pequeño rifirrafe que tuvieron Armstrong y Whitfield en 2012 a través de las redes sociales, cuando el exciclista estadounidense, por aquel entonces inmerso en el triatlón tras acabar su carrera profesional en el ciclismo, menospreció las pruebas de distancia olímpica con drafting, refiriéndose a ellas como "champú, secado rápido y carrera de 10 km", en comparación con las de media y larga distancia que se llevan a cabo sin poder ir a rueda. El incidente no pasó a mayores y ahora, 6 años después, tuvieron que trabajar juntos en otro reto muy exigente)...
El dúo Armstrong-Whitfield completó la prueba larga del SwimRun de las Islas San Juan: casi 30 kilómetros de trail running (con 2.000 metros de desnivel) y casi 5 de natación. Un recorrido dividido en 25 secciones diferentes: 13 de carrera y 12 de natación. Tardaron 6:09:20 para acabar en la 3ª posición de la clasificación general (de un total de 41 equipos), sólo superados por el 'Blueseventy Alliance' (6:03:42) y el 'Stevens/Hurley' (5:35:00).
El ex ciclista estadounidense, desposeído de sus siete triunfos en el Tour de Francia y suspendido de por vida por protagonizar uno de los mayores escándalos de dopaje de la historia del deporte (no puede participar en ninguna prueba organizada por la Unión Ciclista Internacional), terminó encantado con la nueva experiencia. "Qué día tan increíble: correr, nadar y sufrir en el SwimRun en las Islas San Juan. He estado en algunos lugares hermosos en mis 47 años, pero estas islas tiene que ser top-3, ¡impresionante! Simon Whitfield y yo hicimos más de 4 millas de natación y más de 20 de carrera. Genial para pasar el día con esta leyenda viviente. Hablando, riendo, sufriendo y generalmente preguntándonos,: '¿En qué diablos nos metimos?'. No puedo esperar para volver el próximo año. Por último, gracias a todos los voluntarios por un evento que tiene que ser logísticamente uno de los más difíciles de llevar a cabo", comentaba Armstrong después de la competición.
