Las aguas abiertas también se cierran por el coronavirus

"La disciplina que practico en la natación seguramente me está ayudando a llevar mejor estas semanas de confinamiento".

EFE

Las aguas abiertas también se cierran por el coronavirus.
Las aguas abiertas también se cierran por el coronavirus.

Los mares y los ríos también se han vaciado de deportistas por culpa de la pandemia del coronavirus. La temporada se ha complicado mucho en el terreno acuático.

La Batalla de Rande, una de las grandes competiciones de natación en aguas abiertas a nivel nacional, que debía disputarse el 27 de junio, ya se ha suspendido.

La Ultraebre, otra de las imprescindibles, fechada para el 4 de julio, pende de un hilo. Estos eran dos de los tres objetivos de Sergio Torres (Mollet del Vallès, 1996) para este curso.

Le queda uno. Y este, fechado para el 5 de septiembre, parece que tiene más posibilidades de disputarse. Es la tercera y última etapa de la Triple Corona Illas Atlánticas 2018-2020. En 2018, Torres ganó la primera y, en 2019, finalizó cuarto.

"La Batalla de Rande (quedó segundo en 2019) se ha suspendido porque no habría tiempo de prepararse después de un parón de un mes como mínimo, aunque todo parece indicar que aún se alargará más en el tiempo. Y considero que lo mismo ocurre con la Ultraebre (ganó las dos últimas ediciones). La Triple Corona la veo más factible al ser más alejada en el tiempo, aunque el estado de forma en el que llegaremos también es un misterio", explica Torres a EFE.

La tercera etapa empezará en la isla gallega de Oms y finalizará en Combarro. 23 kilómetros separan estas dos ubicaciones, que el ganador completará en aproximadamente seis horas. Torres acostumbra a matar este tiempo de nado automático pensando en cosas de la vida cotidiana. Por ejemplo, en cuál debería ser el nuevo fichaje del Barça. Mientras, sus rivales normalmente van quedándose atrás.

Son seis horas contra uno mismo y la psicología tiene un papel muy importante. De hecho, él considera que en estas travesías "la mente es más importante que el físico", porque se presupone que lo segundo todo el mundo lo tiene si está compitiendo en la prueba. En cambio, "la mente no siempre está preparada y es la causante de muchas retiradas", señala.

Los tramos de agua fría y fuerte oleaje no están hechos para todo el mundo. Los nadadores pueden llegar a perder cinco kilos entre el inicio y el final de la prueba.

"La disciplina que practico en la natación seguramente me está ayudando a llevar mejor estas semanas de confinamiento", dice el nadador catalán, graduado en derecho. "Lo que intento es marcarme una rutina que me mantenga ocupado la mayor parte del día e ir haciendo", añade.

Las mañanas las dedica a estudiar. "Estoy unas tres horas, cosa que en la vida anterior al confinamiento era impensable, porque no aguantaba más de una". Y por la tarde entrena dos horas: una de cardio en la elíptica y otra de ejercicios de fuerza con su propio peso y de alta intensidad.

"No soy de pasarme mucho tiempo sentado en el sofá viendo Netflix. Cuanto más te apalancas, más quieres estar apalancado. Intento estar activo la mayor parte del día. Así que, como mínimo, hago 6.000 pasos dentro de casa", relata.

De todas maneras, se permite algunos caprichos sedentarios, como ver la 'Infinity Saga' a través de Disney +. "Soy un poco 'friki' de Marvel y me he propuesto ver las películas en orden cronológico. Y ahora estrenan la cuarta temporada de 'La Casa de Papel' y seguro que me engancharé a ella", admite.

Ya lleva 20 días sin tocar agua. "Creo que nunca había estado tanto tiempo sin nadar. Cuando quiten el estado de alarma sospecho que los gimnasios y las piscinas serán de los últimos lugares que volverán a abrir. Así que quizá estemos más de dos meses sin poder tocar agua, lo cual obligaría a replantear muchas cosas a nivel deportivo", opina resignado.