¿Quieres seguir progresando como triatleta en 2025? Empieza por hacer autocrítica

Las carencias o limitaciones innatas, los efectos de la edad, el estancamiento al agotarse el efecto de las cargas, las lesiones cronificadas... ¿Sabes asumir estas realidades?

César Varela

Mejora tu próxima temporada
Mejora tu próxima temporada

El final de temporada supone echar la vista atrás y repasar el acopio de los datos registrados, los resultados, y las vivencias de competición. Es el momento de sentarse ante los papeles o el ordenador con la mente limpia de prejuicios, y organizar mínimamente una evaluación, para sacar conclusiones que nos proyecten hacia las mejoras de la temporada siguiente.

Reiteramos esta idea: “organizar y realizar sin prisas una evaluación global seria”. Y aunque para esto también cuenta la experiencia, una visión deportiva inteligente y la capacidad de análisis objetivo serán determinantes para su aprovechamiento. Paradójicamente, esta tarea puede verse contaminada por otros ingredientes, que alimentan la constancia del triatleta: su pasión, el empeño en ocultar las dudas, o el empecinamiento en busca de objetivos…¿inalcanzables?

De inicio ya se nos presenta una disyuntiva: ¿separamos o entremezclamos?, y en ese caso ¿de qué forma?, lo que llega del cerebro y los datos numéricos, ¿con lo emitido desde las vísceras y el corazón? ¿podremos vernos e inspeccionarnos desde fuera, en un rol de auditores de nosotros mismos? ¿sabremos discernir entre una atracción pasional por el triatlón y el estudio juicioso y frio de esos actos de amor deportivo que nos absorben tantas horas? Vamos a intentarlo, aplicando alguno de los diferentes métodos disponibles.

Tras cualquier tarea individual o de grupo, de un modo natural y espontáneo se tiende a sacar alguna conclusión, a recordar y tomar registro de los cómos, cuándos y porqués. De este modo todas las actividades humanas: la caza, el cultivo, la metalurgia, la construcción, etc, fueron mejorándose generación tras generación. Es algo innato y asociado al ser humano. Aprender empíricamente, recordando errores y aciertos. En el plano más íntimo y personal, todos nos hemos visto reflexionando sobre nuestra conducta y planeando cambios para mejorar, con fi nes variados. Y si lo vemos en dimensión mayúscula, nos consta que todas las empresas recurren a análisis y estudios de mercado, trazan estrategias de crecimiento y formas de ganar o de minimizar pérdidas, de un modo cada vez más complejo. Siempre interrelacionando numerosos factores materiales y humanos, estudiando el entorno y a la competencia. El análisis y evaluación que ahora nos ocupa, podría orientarse partiendo de alguna de estas tendencias o estilos:

Autoanálisis simple

  • Autocrítica profunda en carencias, hábitos inadecuados o manías limitantes.
  • Ver defectos, puntos débiles y formas de solventarlos.
  • Valorar virtudes y modos de seguir progresando sobre esos puntos fuertes.
  • Cambios necesarios y procesos comprometidos con el entorno social y familiar para sacar más partido del tiempo y gasto, y equilibrar sacrificios y disfrute.

Esquema Socrático, Auto-coaching socrático

  • Humildad. Escucharse a sí mismo. Autoconocimiento. Autocrítica.
  • Herramientas básicas de Inteligencia Emocional e Inteligencia Cognitiva.
  • Preguntas que encuentran respuestas desde el interior.

Esquema DAFO

  • Estudio objetivo de debilidades internas. Amenazas externas. Fortalezas internas y oportunidades externas. Planes de actuación.

Esquema de Confesión Católica

  • Adaptación del “Sacramento de la reconciliación con el ser supremo” (¿nuestro “super yo” o idealización deportiva interior ).
  • Cinco fases: Examen de conciencia. Dolor de los pecados. Propósito de enmienda. Decir los pecados al confesor. Cumplir la penitencia.

Autoanálisis por meditación (vía zen, yoga, etc.)

  • Estado de “elevación mental o espiritual”. Equilibrio y sabiduría que surgen desde el interior. Visión interior sin prejuicios. “nosce te ipsum” Conócete a ti mismo.
  • Análisis estructural y transaccional. Visión gnóstica.

Evaluación en Términos Económicos

  • Considera más el producto que la persona. Haber y Debe. Beneficios y pérdidas.
  • Lo ganado en mejoras cuantificables en cada segmento y competiciones y en estimación subjetiva, éxitos, ego alimentado, imagen favorable, horas de disfrute y relación social.
  • Lo invertido en dinero, horas de rutinas y sacrificio, problemas de familia, renuncias de otras aficiones.

Formas inspiradas en Terapias Conductuales

  • Formas con ayuda externa que buscan análisis racional, disipar creencias irracionales, autoaceptación incondicional y cambios positivos en las conductas.

Desde cualquier estilo o punto de vista que tomemos para REFLEXIONAR sobre nuestra temporada, no han de faltar estos elementos:
• Datos Objetivos: Horas dedicadas. Mejoras o estabilización de rendimientos en entrenamiento y competiciones. Gastos ineludibles y otros opcionales o caprichosos.

• Apreciaciones Subjetivas: Calidad y cantidad de los buenos y malos momentos. Lo que supone sacrificio y su retorno en mejoras y satisfacciones. Aportaciones en relaciones personales. Aportaciones al crecimiento personal. Mejora de autoestima e imagen social. Causa de problemas de convivencia familiar, o elemento de mayor unión.

• Plantearse francamente todas las dudas: sobre objetivos generales, estatus y relaciones dentro del club, formas de preparación, necesidad de cambios o estímulos externos, orientación de los esfuerzos para progresar, HACIÉNDOSE PREGUNTAS DIRECTAS Y BUSCANDO RESPUESTAS  CONSECUENTES.

• Escuchar opiniones y asesoramiento externo, al menos en dos vías: de las personas cercanas que nos aprecian y pueden sufrir por una dedicación obsesiva, y de alguien conocedor y sincero desde el punto de vista técnico.

• Participar activamente en tu evolución deportiva, desarrollando tus criterios al comienzo de la nueva temporada, tengas o no entrenador particular,  para entender y equilibrar los seis elementos en las fases de preparación o de competición: la Base Aeróbica, técnica, Fuerza, Ritmos de prueba, Cuidados y prevención y Preparación Mental.

• Asumir realidades: que pueden ser frustrantes, pero de necesaria superación para seguir disfrutando. Las carencias o limitaciones innatas, los efectos de la edad, el estancamiento al agotarse el efecto de las cargas, las lesiones cronificadas, etc. Cuanto antes y mejor se asumen las circunstancias que nos hacen únicos como triatletas, más podremos diversificar objetivos y aprovechar las ventajas del multideporte, pues donde se cierra una puerta, se podrán abrir dos ventanas.

• Equilibrio y Ponderación en las valoraciones: siempre habrá puntos negativos, que han de ser un reto a superar y elementos positivos que seguir explotando. Se trata de una actividad de afi ción y placer que debería mejorar la salud, el equilibrio mental, la autoestima y la calidad de vida, y no pasar al terreno obsesivo o de evasión irresponsable.

EJEMPLO COMO REMEDIO DE CONFESIÓN

Al apuntar ideas para esta colaboración, recordé lo que un día me contaba un viejo entrenador de atletismo, antiguo sacerdote, sobre la semejanza entre el análisis de final de temporada con sus atletas y el sacramento de la confesión. Tirando de ese hilo vemos un gran paralelismo en cuanto a la introspección, el análisis interior y el reconocimiento de los propios defectos sobre todo en cuanto a autodisciplina, motivación sostenida, ambición, etc.

Chica 26 años. Tercer año en triatlón. Buen nivel en Natación y Carrera. Buena competidora, pero nota mucho la falta de preparación ciclista.

Universitaria a trabajo parcial, novio triatleta, pero no quiere que éste le lleve sus entrenamientos. Poca comunicación con entrenador club. Busca entrenador privado para mejoras generales. Se estudian con ella prestaciones y datos de entrenamiento y competiciones. Reconoce falta de sacrificio en salidas de bici y prejuicios sobre aumento de masa muscular. Admite que necesita atención especial que no encuentra en su club. Compromiso de esfuerzo progresivo en salidas de grupo, apoyado con sesiones individuales en rodillo. Programa de fuerza máxima y control de masa muscular. Mentalizada y comprometida para objetivos ambiciosos, alcanzables mejorando prestación ciclista.

EJEMPLO COMO ESQUEMA DAFO (DEBILIDADES, AMENAZAS, FORTALEZAS, OPORTUNIDADES)

Triatleta 43 años con familia, empeñado en bajar de 11 horas en su segunda experiencia en LD. Compromete una semana tipo con horarios muy rigurosos tratando de conciliarlo con el trabajo y la vida familiar

DEBILIDADES: Deficiencias técnicas estructurales en natación (piernas pesadas, nula flexibilidad). Tendencia a sobrecargas de cintilla iliotibial y fascitis plantar.

AMENAZAS: La incomprensión puntual de su señora, a la que trata de calmar con cuidados especiales. Incremento de los gastos de material, viajes y competiciones, pues debe ajustarse a un presupuesto previo.

FORTALEZAS: Buen nivel en carrera tras la fatiga de la bici. Capacidad de sacrificio en entrenamientos solitarios. Ilusión en pequeños objetivos  personales, sin preocuparse mucho de los rivales, que ve como compañeros de fatigas.

OPORTUNIDADES: Buena atención de fisioterapia y programa de fortalecimiento. Revisión de posturas en bici y de pisada dinámica, con uso de nuevas plantillas. Una nueva grupeta de ciclistas de buen nivel con los que salir el fin de semana. Un traje de neopreno con máxima flotabilidad que compensa en parte el lastre de las piernas en muchas de las competiciones. Cambios en el estilo de natación, asumiendo la inutilidad de forzar la patada, y aumentando el giro lateral, implicando la cadera.

Siempre hay margen para la mejora y evolución

Viene al caso recordar que Mark Spitz, ganador de 7 medallas de oro en Natación JJOO Munich72, intentó ganarse la plaza para Barcelona92 en 100Mariposa, en los Trials USA, con 41 años. Solía comentar que el cambio más importante en la preparación era la especial atención a los detalles técnicos y su mejorada capacidad para percibir y controlar los movimientos con la edad, pues se sentía mucho más eficiente, aunque menos potente que con 20 años.

La NATACIÓN suele ser un mal trago para muchos triatletas de grupos de edad que no han pulido su técnica. Y no se trata de bajar muchos minutos, sino de salir del remojón sin grandes pérdidas de energía y tiempo. Y si puede ser disfrutando, mejor. Es necesario dejar de lado la ortodoxia piscinera y encontrar soluciones personalizadas, que pueden pasar por prescindir casi totalmente del esfuerzo y aportación de las piernas y/o aumentar lo posible el giro lateral, recuperando el brazo en vertical con entrada casi rígida, o bien cambiar el lado de respirar, aumentar radicalmente la frecuencia de brazada con el correspondiente acortamiento y eliminación del deslizamiento en agarre, etc.

La BICI, en pruebas de media y larga distancia sin ir a rueda, requiere acumulación de varios años y muchos kilómetros para obtener un nivel decente. En otras distancias se puede solventar la carencia de kilometraje con habilidad a rueda. Es fundamental la revisión cuidadosa de las medidas y  posiciones, buscando aerodinámica, en colocación cómoda pero cerrada, algo adelantada y baja en lo posible. A partir de los 34-36 años se hace muy evidente la pérdida de tono muscular y potencia. Por esto resultan más rentables 2-3 sesiones de 40’ bien aprovechados en el gimnasio, que el doble de tiempo en rodaje fácil o medio sobre la bici o en el agua. Es necesario diseñar un programa personalizado, orientado a la fuerza máxima, pero con acondicionamiento y adaptación previa de semanas, según el caso.

En la CARRERA, especialmente para grupos de edad 35 en distancias largas, vale la pena estudiar y entrenar repetidamente la relación óptima entre frecuencia, longitud de zancada y los impulsos verticales, donde se malgasta mucha energía. Estas mejoras dependerán de la corrección postural y el uso de los distintos segmentos que intervienen en un gesto económico de carrera. La frecuencia alta y la ayuda del braceo suelen ser claves.