Ya eres un triatleta +50 y comienza la carrera de ser triatleta longevo y seguir disfrutando de lo que te gusta. Llega un momento en la vida en el que, para rendir, la base no es estar en forma sin más sino en estar sano y trabajar por tener salud de hierro más una fisiología y un chasis cronológicamente una década o incluso dos, más joven.
Para esto es posible que puedas plantearte implementar en tu vida un programa de medicina preventiva antienvejecimiento
Estos programas se centran en la salud y el bienestar a largo plazo. Son esos programas que en redes sociales ves en ocasiones como programas de longevidad que enfatizan la importancia de aprender y adaptarse a los cambios en la salud.
Muchas veces sentimos que no tenemos suficientes horas para dedicar a un programa completo de medicina preventiva. Las jornadas laborales suelen ser largas y muy intensas, a esto le añadimos nuestras horas de entrenamiento, y al llegar a casa, además de descansar, tenemos que atender tareas personales y familiares.
Es normal pensar que no hay tiempo para cuidarnos, pero la realidad es que, con una buena organización y, sobre todo, con voluntad, sí podemos encontrar momentos para hacerlo. Si los encontramos para entrenar, podremos encontrarlos para este proceso de cuidarnos ya que el éxito del programa de entrenamiento en edades o de lo saludable y cuidado que estés.
La clave está en aprovechar al máximo las horas del día, evitando la pereza y siendo conscientes de que invertir en nuestra salud no requiere grandes sacrificios, sino pequeños cambios que, sumados, hacen una gran diferencia
Por ejemplo, mejorar nuestra alimentación quitando azúcar, grasas (esas que dicen malas) y sal en exceso puede parecer un esfuerzo, pero los beneficios en nuestra digestión y en cómo nos sentimos en general son evidentes. Subir las escaleras en lugar de usar el ascensor también puede parecer un pequeño gesto, pero con el tiempo, ese esfuerzo se traduce en una mejora en nuestra condición física y en nuestra resistencia.
La salud no es solo la ausencia de enfermedad, sino un estado en el que podemos prevenir problemas futuros. La medicina enfocada al envejecimiento saludable propone una visión global, donde la identificación de factores de riesgo, la anticipación y la adopción de un plan de acción integral son fundamentales. Estar sano no significa que no debamos preocuparnos por mantenernos así.
Como he comentado en artículos anteriores, el decaimiento no comienza a los 50 o 60 años. Ya a partir de los 35 años se empiezan a acumular daños celulares relacionados con el envejecimiento, aunque todavía no presenten síntomas claros.
Es fundamental que, aunque nos sintamos sanos también consideremos la importancia de realizar chequeos y seguir programas preventivos
MÍDETE: EL CHEQUEO INICIAL
En estos centros de longevidad (que más bien son de mantener calidad de vida en los años) se realiza un chequeo inicial o evaluación completa de la salud, con el fin de comenzar con una historia clínica detallada, una exploración física minuciosa y un análisis de laboratorio que vaya más allá de los chequeos habituales. No basta con un hemograma, perfil lipídico, glucosa, perfil hepático, renal, orina y ionograma. Se incluyen pruebas de metabolismo del hierro, vitaminas, homocisteína, proteinograma, marcadores de inflamación y perfil hormonal.
Estas pruebas adicionales suelen no hacerse en los chequeos generales, pero aportan información valiosa para una evaluación más profunda
Al recopilar la historia clínica, es importante hacer preguntas que abarquen no solo los hábitos actuales, sino también aspectos de nuestra infancia y antecedentes familiares. Por ejemplo, te preguntan qué deportes practicaste en tu niñez, cómo fueron tus primeros años de vida, si tu parto fue normal, si tuviste lactancia materna, si abusaste de antibióticos en la infancia, y qué enfermedades tuvieron tus abuelos o familiares cercanos, como cáncer u otras patologías. Esto ayuda a entender mejor tu historia y posibles riesgos futuros.
En cuanto a los hábitos, por lo que puedo saber se profundiza en qué y cómo comes, a qué horas, qué bebes, qué alimentos consumes, si usas drogas o alcohol, y cómo duermes. La sinceridad en este caso es clave, ya que estos datos permiten hacer un juicio preciso sobre el estado de salud y riesgos potenciales. Con esta información, el médico puede decidir si es necesario consultar a un especialista para abordar aspectos específicos.
También existen pruebas diagnósticas complementarias muy útiles para la prevención y el mantenimiento de la salud. Entre ellas, están las pruebas antropométricas como la bioimpedanciometría y la morfodensitometría, que permiten conocer en detalle la cantidad y distribución de grasa corporal, grasa visceral (que se relaciona con riesgo cardiovascular), masa muscular y postura. La morfodensitometría se realiza con un equipo llamado DEXA, que también se usa para detectar osteoporosis. Sí, esta última parece mentira, pero afecta a más gente de lo que uno se cree hasta que comienza a ver datos.
Otros biomarcadores importantes son los relacionados con la condición física, como la capacidad aeróbica (medida con pruebas de esfuerzo y análisis de gases), la fuerza (con un dinamómetro de mano) y la flexibilidad (con el test Sit and Reach) que, aunque no lo parezca hay evidencias de que estos indicadores están estrechamente vinculados a la mortalidad y la calidad de vida.
En cuanto a la prevención cardiovascular, además de los análisis habituales, se pueden solicitar pruebas específicas como el perfil lipídico avanzado, homocisteína, índice omega 3, fibrinógeno, lipoproteínas y apolipoproteínas, así como estudios de imagen como el score de calcio en las arterias coronarias, el grosor de las paredes de las carótidas, electrocardiogramas y ecocardiogramas. Y quiero recalcar estas pruebas pues el entrenamiento y la competición extenuante hacen que muchos de estos marcadores estén alterados a lo largo de la vida deportiva de un deportista de resistencia.
Para prevenir el deterioro neurocognitivo, se realizan pruebas neurocognitivas validadas que evalúan funciones como memoria, velocidad de procesamiento, reacción y flexibilidad mental
En algunos casos, se puede complementar con estudios genéticos o resonancias cerebrales. En cuanto a la prevención del cáncer, se podría trabajar con on- cólogos especializados, que además de revisar estilos de vida y antecedentes, realizan estudios genéticos específicos.
Un marcador muy importante y que hemos dedicado más de un artículo es el sueño. No sólo se trata de cuestionarios sobre cómo duermes, sino que se usan pruebas como la polisomnografía que ayuda a detectar apneas o problemas relacionados.
También es importante estudiar biomarcadores del envejecimiento, como la longitud de los telómeros, que se relacionan con la edad biológica, o marcadores epigenéticos y de inflamación.
Estos estudios ayudan a entender mejor cómo envejecemos y a tomar medidas preventivas.
Todo esto es algo cada vez más necesario ya que no se trata solo de no estar enfermo, sino de entender que existe un espectro desde la salud óptima hasta la enfermedad, pasando por estados subclínicos que aún no muestran síntomas pero que ya están presentes. La idea de ponerse manos a la obra con un proceso y seguimiento así es actuar antes de que aparezcan patologías crónicas, abordando todos los factores que puedan influir en nuestro envejecimiento saludable.
Muchas veces sentimos que no tenemos suficientes horas para dedicar a un programa completo de medicina preventiva. Las jornadas laborales suelen ser largas y muy intensas, a esto le añadimos nuestras horas de entrenamiento, y al llegar a casa tenemos que atender tareas personales y familiares
Una de las primeras pautas que marcan en estos centros tras los chequeos es el hacer ejercicio, Pero espera, que tú eres triatleta y ya haces ejercicio. Bueno puede que haya alguna modificación del enfoque dentro del plan hacia algún cambio saludable. Por ejemplo, la aparición de alguna discopatía o de algún indicio de posible anomalía cardiorrespiratoria haga que se deba añadir algo de ejercicio preventivo al programa de triatlón.
Lo que sí es posible que haya unas modificaciones en la nutrición y en la optimización de la suplementación. El aspecto nutricional es, sin lugar a duda, uno de los pilares fundamentales en cualquier programa antienvejecimiento. Además de su indiscutible beneficio para la salud, tiene gran impacto psicológico. Al sentirse y verte más saludable, ya sea frente al espejo, en una fotografía o al comprobar que puede usar ropa que antes le resultaba pequeña, se fortalece la voluntad de continuar con el proceso y se renueva la motivación.
En lo que se refiere a optimizar la suplementación basado tanto en los análisis realizados como en las necesidades individuales, existen algunos suplementos esenciales como los ácidos grasos omega-3, vitamina D, ubiquinol y probióticos, entre otros.
Si bien no existen dietas completamente equilibradas o perfectas, la suplementación resulta clave para alcanzar niveles óptimos en numerosos biomarcadores
Es importante tener en cuenta que los alimentos actuales no tienen la misma calidad nutritiva que hace décadas debido a factores como la contaminación y el procesamiento industrial. A veces, somos reacios a tomar suplementos por diferentes razones, incluido el hecho de que todavía existe una percepción errónea de asociar las "pastillas" únicamente con medicamentos y enfermedades.
Otro aspecto fundamental del plan antienvejecimiento es la optimización hormonal. Sabemos que, con el paso del tiempo, los niveles hormonales disminuyen significativamente, lo que conlleva cambios físicos y biológicos relevantes.
Estas alteraciones hormonales no solo reflejan el avance de la edad, sino que también contribuyen a síntomas específicos que deben abordarse
Hormonas como estrógenos, progesterona, testosterona, me latonina, cortisol e insulina tienen funciones determinantes y muchas de ellas interactúan de forma sinérgica. Para diseñar un protocolo eficaz de optimización hormonal, es necesario realizar análisis detallados para identificar los niveles hormonales que, aunque en ocasiones estos se encuentren dentro de los rangos considerados normales, no significa que sean ideales o estén en niveles óptimos.
Ahora bien, en este campo de la optimización hormonal nos metemos en un jardín con una problemática ética y moral. Y es que ya estamos hablando del campo de la normativa antidóping donde el uso de sustancias de este tipo prohíbe la participación en eventos deportivos y por tanto es algo que se sale del artículo de este número. La medicina preventiva enfocada al campo de la longevidad busca el aporte de la optimización hormonal para poder situar tus niveles de estos parámetros dentro de los rangos altos de la normalidad.
Es decir, que seas un veinteañero hormonal. No busca deportistas de elite. Trata personas que quieren tener mejor calidad de vida con los años
Por tanto, puede que, si alguien da el paso hacia este campo, deba pensarse el dejar de competir en eventos deportivos por lo que pueda suponer esta situación. Con el avance en nuestra sociedad de este tipo de tratamientos nos encontraremos en un futuro con posibles situaciones problemáticas
Respecto a estas líneas generales que acabo de escribir, ya hay múltiples libros que indagan bastante en el tema. Para resumir, quiero comentar finalmente que la medicina preventiva que como deportistas master deberíamos ir valorando consiste en establecerse unos objetivos, realizar evaluaciones pertinentes junto con sus diagnósticos para finalmente abordar la indicación de la terapia adecuada la cual no siempre va a ser la adecuada a los objetivos del deportista sino si las valoraciones dan unos diagnósticos que indican otro tipo de terapia de cara a mejorar la calidad de vida del deportista/paciente, se deberá atender a estos ya que son los verdaderamente necesarios.
Ahora bien, no quiero irme de este artículo sin comentarte que esto no es algo que se queda ahí tras las primeras evaluaciones y entrega y recomendación de un proceso y terapia. Esto es un continuo a mantener en el tiempo y a ir revisando de manera periódica durante los años y si es posible (económicamente cada vez están más al alcance de todos) algo de por vida, pues yo creo que la calidad de vida, la querrás tener toda la vida.
