Estrategias mentales para afrontar y acabar un IRONMAN

Para conseguir ser un IRONMAN finisher necesitas, además de tu preparación física, una gran preparación mental.

Cristina Azanza

Estrategias mentales para afrontar y acabar un Ironman
Estrategias mentales para afrontar y acabar un Ironman

¿Cuántas calorías gasta un triatleta e un Ironman? Se estima que entre 6000 y 9000.

¿Y a lo largo de la preparación del mismo? Las cifras anteriores se disparan. Se le añaden unos cuantos ceros.

¿Y cuánta energía mental se requiere para afrontar un Ironman o la preparación del mismo? Estas cifras son mucho más difíciles de cuantificar, pero casi todos los triatletas y entrenadores experimentados destacan la importancia de los factores psicológicos en el éxito de una prueba tan compleja, larga y que pone a prueba no sólo tu resistencia física, sino la mental, como casi ninguna otra.

¿Y dónde consigo toda esa energía para afrontar con éxito un reto de este calibre? ¿Hay geles de motivación, bebidas de auto-confianza o barritas contra el estrés? La respuesta es obvia: no.

Afortunadamente todo los factores psicológicos que nos ayudarán a obtener nuestro mejor rendimiento, viven en nuestro interior, corren con nosotros y nos acompañan siempre, pero también pueden cambiar de polo, convertirse en desmotivación, falta de confianza, estrés excesivo... si no aprendemos a manejarlos adecuadamente.

Aunque existen más variables psicológicas relacionadas con el rendimiento deportivo, en una prueba como un Ironman, las variables más decisivas son la motivación y la confianza en nuestras posibilidades (auto-confianza). En cuanto a la motivación, la dividimos en básica (por qué queremos ser finisher) y cotidiana (cuánto nos apetece entrenar cada día).

Cuando el objetivo está cerca, nos alimentamos de la motivación básica. Sin embargo, cuando todavía quedan meses, lo crucial es que nuestro entrenamiento diario sea motivante (divertido, auto-reforzante en sí mismo), por ello, debemos buscar el compromiso en nuestros entrenamientos entre cumplir los objetivos deportivos (fisiológicos, técnicos,..) y que éstos sean agradables (puede estar más indicado hacer 4 horas de bici solo con series, pero mucho más divertido hacerlo con amigos, con piques…).

Así que dejemos para el final (con motivación básica alta) los entrenamientos más importantes, a veces tediosos y hagamos el camino lo más divertido posible.

La motivación, por muy alta que sea, no es una fuente inagotable. En cuanto a nuestra auto-confianza, no es una cuestión de fe, más bien todo lo contrario, debe estar basada en pequeñas pruebas de nuestra valía deportiva, de dificultad creciente, que no sólo refuerzan nuestra confianza para el éxito, sino que también ajustan nuestras expectativas más a lo real, que a lo teórico.

¿Y el día D?

Ahí los problemas suelen ser casi siempre por exceso. La sobre-motivación, la auto-confianza excesiva que puede fluctuar, por factores situacionales (dolor, malas sensaciones, problema mecánico), a una falta de confianza momentánea y a ver más allá de lo que alcanza la vista.

Para manejar la motivación-confianza-activación el día D, estas pautas pueden servirte de ayuda:

-La premisa fundamental es hacer tu carrera, a tu ritmo, dejar el espíritu competitivo para la parte final cuando el objetivo más importante (SER FINISHER) esté a tu alcance.

-Desde el ganador hasta el último clasificado pasan malos momentos durante la competición, PREPÁRATE para afrontarlos con estrategias como disminuir el ritmo, pensar en algo agradable, alimentarte, beber…

-Subdivide el objetivo final en pequeñas submetas que sean más cercanas y fáciles de alcanzar: llegar a la T1, primera vuelta en bici, segunda vuelta, primera vuelta a pie, segunda,….. en la parte final ya puedes contar en negativo: sólo 8 kms, 6, 4,… OBJETIVO CONSEGUIDO.

-Aunque es lógico que una competición que preparas durante semanas genere tensión, nervios, incertidumbre… no olvides que si estás en la línea de salida es que ya has cumplido gran parte de tu reto y que sólo te queda SUFRIR UN POCO PARA LUEGO DISFRUTAR MUCHO.