Nunca me he tenido por quejica. Prefiero pensar que no y entonar el unas veces se gana y la mayoría se aprende. Ya ha llegado octubre y, como los estudiantes, muchos de nosotros, yo el primero, iniciamos el curso con ganas y trabajo pendiente, a pesar de la dura situación que llevamos arrastrando ya varios meses por cuenta de la pandemia de Covid-19.
Por eso me asomo a estas líneas, lleno de nuevo de motivación que quiero compartir y poder ayudarte por si tú también has pasado un bache para poder volver al deporte si no más fuertes o mejores sí al menos estar de nuevo disfrutando del triatlón o de cada uno de los deportes que lo forman.
Así que con el inicio de curso he recuperado las zapatillas y lo he hecho con poco más de un kilo extra que antes. Pero el cinturón no engaña y sí que estoy casi un agujero por encima de cuando empezó este 2020, así que debo haber perdido masa muscular porque, no nos engañemos, la 'lorzosis' (palabro autoinventado referida a la agudización de la curva abdominal: o sea, los michelines) se ha manifestado, reapareciendo como si de las caras de Bélmez se tratara.
Y... ¿qué voy a hacer? Es fácil. En realidad, ya lo estoy haciendo: volver a entrenar. Intentar hacerlo bien, progresivo, con cabeza y aprovechando la mala condición física para trabajar la técnica. Ya que no puedo hacer volumen, al menos lo hago bien. Una vuelta a la actividad deportiva ya iniciada en agosto en la piscina, con algunas idas y venidas de un par de largos fijándome en algún aspecto: ahora lanzar el brazo, luego el rolido, más tarde la fase de empuje del agua... o algún ir hasta la boya en la playa que no cuenta como entrenamiento, pero sí como diversión y algo debe sumar. En carrera a pie, también suave, haciendo 'cacos' e ir reduciendo la zona de caminar aumentando la de correr y centrándome en levantar rápido los pies, en esa fase que va desde que el pie impacta hasta que cae el siguiente que tenía olvidada. Ahora mismo ya en 1-4.
Creo que es una manera cómoda, fácil y poco lesiva de volver a la 'normalidad' que es para nosotros el entrenamiento. Una manera progresiva de despertar a tu sistema cardiorrespiratorio para que recuerde que pronto deberá trabajar a destajo y de que músculos y tendones vayan de nuevo adaptándose al esfuerzo dejándose de quejar de si pesas mucho o que han perdido tono.
Durante este tiempo me he olvidado voluntariamente del crono, del pulsómetro y casi diría del velocímetro de la bici. Apuesto por recuperar las sensaciones, buscar mi sitio y mejorar el gesto técnico para más adelante poder mantenerlo, con la mejora que ello conlleva de cara al crono. En esta fase, y casi diría siempre, siento que es más importante sentirte activo, notar la respiración cómo se va acelerando hasta el punto de no poder mantener una conversación, sentir esas gotas de sudor que primero aparecen en la frente y luego van bañando el cuerpo, el aire rodeando tu cuerpo bañado por los rayos solares que el ir más o menos deprisa... poco más se puede pedir como aficionado al deporte.
Y así han pasado ya las semanas y ha llegado octubre y toca empezar de nuevo. Si todo va bien, a lo mejor aún hay tiempo para ponerse el tritraje y no dejar pasar un año en blanco. Pero si no va bien, al menos habré tenido una buena base de pretemporada y habré llegado a nuevas conclusiones que quiero volver a compartir contigo. Nos vemos en el asfalto y en la web de Triatlon...