Antes de invertir en material, invierte en ti

Tener por fin una cabra, renovar el neopreno o poder entrenar por vatios, por supuesto que gusta y que es útil, pero la reflexión que queríamos lanzar en este editorial es que primero hay que invertir en uno mismo.

Fran Chico

Antes de invertir en material, invierte en ti
Antes de invertir en material, invierte en ti

¿Somos tan consumistas los triatletas que nos ve la gente desde fuera? Nadie puede negar que nos encantan las novedades. De hecho, en el mundo del ciclismo, el triatlón ha supuesto en muchos casos la avanzadilla en lo que respecta a la innovación.

Mientras te lo puedas permitir (que también está el caso de quien pide un crédito para unas ruedas nuevas cuando en casa la cosa va justa), pues es perfecto que te ilusione estrenar nuevo equipamiento para disfrutar del deporte que te tiene enamorado. Pero tener lo último en material no garantiza ni tener mejores resultados ni disfrutar más del deporte. No hace falta tener el último modelo para sentir la satisfacción personal, independientemente del puesto que hayas conseguido, que tanto llena cuando cruzas la línea de meta y sabes que has dejado lo mejor de ti tanto en cada entrenamiento como ese día en la carrera.

Tener por fin una cabra, renovar el neopreno o poder entrenar por vatios con el nuevo potenciómetro, por supuesto que gusta y que es útil, pero la reflexión que queríamos lanzar en este editorial es que primero hay que invertir en uno mismo.

Hay que invertir primero en la cara de la salud del deporte antes de hacerlo en la cara del rendimiento. ¿Cuándo fue la última vez que te hiciste una prueba de esfuerzo? ¿Cuándo la última vez que acudiste a un fisioterapeuta para cuidar tus músculos y articulaciones? ¿Cuánto inviertes en la alimentación saludable y en los suplementos que te permitan sobrellevar la carga de entrenamientos a la que te sometes?

En muchos casos, a las mismas personas que pagamos 1.000 euros por unas ruedas, 250 por unas gafas o 150 por unas zapatillas de correr, nos parece fuera de lugar los 100 euros de la prueba de esfuerzo, los 30 del fisio o la cuota mensual para tener un entrenador.

Pese a que es menos ‘sexy’, a que somos conscientes de que entre los del club puedes presumir de una nueva bici aero pero no de una prueba de esfuerzo, nosotros nos permitimos aconsejarte que primero inviertas en ti. Para todo lo demás hay repuesto.