Test: Shimano XTR Di2

Probamos el cambio electrónico para montaña de Shimano, la evolución en las marchas de bicis todo terreno.

Antonio del Pino

Test: Shimano XTR Di2
Test: Shimano XTR Di2

En Triatlón apostamos fuerte por las disciplinas cross. Son pruebas divertidísimas en las que además de sacar todas tus fuerzas (aunque suelen ser cortas, algunas pueden durar más de 4 horas), cada metro recorrido exige tu máxima atención, dejando un recuerdo imborrable, lleno de sensaciones y fuertes experiencias. El material como siempre es importante, hoy probamos una de las novedades más comentadas del año, el cambio electrónico para bicis de montaña.

Shimano ha dado no uno, sino diez pasos adelante en lo que a precisión y suavidad de cambios en la bici de montaña se refiere. La sofisticación del nuevo Shimano XTR Di2 marca un nuevo estándar para usuarios que buscan la excelencia en todas y cada una de las cosas que suceden en su bici, pero en su planteamiento creemos que hay alguna contradicción. Después de haberlo probado a fondo, el automatismo en el cambio de platos S1, incluso aunque hay una opción S2 que es programable de forma personalizada… creemos que sirve para poco. Al final la práctica dice que los platos tienen que cambiar cuando desee el usuario, y no por capricho sino porque es el deportista quien con peor o mejor juicio interpreta el contexto de lo que sucede y va suceder en el camino… y esto es algo crítico para que el cambio de platos sea efectivo.

El paso por una roca, el ataque de un rival, un cambio de pendiente brusco justo detrás del momento en el que se baja al plato pequeño, un circuito embarrado en el que hay que limitar el cambio de platos al mínimo, incluso un cambio de piñón tonto aplicado sin mucho sentido…no puede acabar en un cambio de plato en el peor momento. Una tecnología que intenta simplificar, no debe complicar tanto la existencia.  Al final, para aprovechar la mayor amplitud de desarrollos que ofrece Shimano XTR Di2 obliga a llevar el mando de cambio de platos y en modo manual M, para que sea el propio usuario quien lo accione en el momento que crea preciso y en la combinación necesaria cada momento, aprovechando eso sí, el poder ultra preciso de la acción electrónica y ahí sí, marcado la diferencia con todo lo existente para disfrutar al 100% de la experiencia XTR Di2.

Siendo una delicia, no hay que pasar por alto que el grupo XTR (mecánico) funciona como la seda y que ya puestos a usar ambos mandos, en unos mandos Di2 cuya acción es suave pero bastante mecánica al fin y al cabo, será de esperar que muchos se decidan por la versión de tiro por cable y el electrónico se quede como opción de lujo para usuarios muy selectos.      

En el caso de nuestra Cannondale, en lugar de montar un plato grande de 36 con un pequeño de 26, habríamos montado un 38, para que ya usando ambos mandos electrónicos, al menos en situaciones de alta velocidad, la Cannondale con Di2 pudiera marcar la diferencia.

Uno de los grandes inconvenientes para Shimano es no haber montado la misma corona pequeña de 10 dientes con un piñón grande 42, que en la práctica con el monplato y las 11 velocidades ha demostrado cubrir el 98% de las necesidades de desarrollo que se dan en el mountain bike real, combinándose ese casete con un plato de 32 dientes de forma más común, o de 30 o 34 en casos concretos, aunque hay 36 y 38. Así, con un casete 11-40 también de 11 velocidades de Shimano, el problema es que en el caso optar por la opción monoplato del XTR Di2, montes el plato que montes te vas a quedar corto por exceso o por defecto.

El límite en los pulsadores para mountain bike son los baches. Esta cuestión Shimano siempre la ha tenido muy bien resuelta, dejando siempre a sus mandos de cambio un corto y sólido recorrido amortiguado que concede una ligera oscilación antes de que entren en actuación los engranajes del mando. Esto permite llevar los dedos apoyados en los mandos de cambio sin problema de realizar cambios involuntarios. Esto en los grupos mecánicos es toda una ventaja, pero al ser necesario también para el XTR Di2 (de no ser así se cambiaría involuntariamente de continuo) y al ser tan suave de acción el grupo XTR mecánico, salvo porque el cambio electrónico realiza movimientos perfectos y consecutivos si de lo dejamos pulsados (de forma programable en subida y bajada de coronas con 5 selectores para la velocidad de cambio) el tacto de ambos mandos es bastante parecido.

Por último, dado que dudamos que este sea el grupo de un biker nobel, habría estado muy bien que el XTR Di2 aunque se pueda programar cada botón a capricho, que se hubiera mantenido la disposición de pulsadores clásica: con el mando inferior de subida más grande y expuesto al dedo pulgar, y el inferior de bajada, más pequeño y de doble acceso por delante para el dedo índice y por detrás tanto para el pulgar.