Ridley Noah Fast 1320

La Ridley Noah Fast 1320 es una bestia para devorar kilómetros.

Triatlón

Ridley Noah Fast 1320
Ridley Noah Fast 1320

Ridley es el vivo ejemplo de que con buenas ideas y determinación se puede aspirar a hacer una bici vencedora, en la carreras y las tiendas. Empiezas por ponerle el nombre de un director de cine y luego dejas que la gente que sabe de ciclismo real ponga toda su pasión en bicis como esta espectacular montura Noah Fast. La tecnología disponible en Taiwan ya permite crear bicis impreisonantes pero, como decimos, la excelencia la defi ne el buen criterio de las personas que toman las decisiones.

Como ellos mismos afirman, es la primera bici del mercado con frenos “reales” integrados. Es cierto que los F-Brake frenan de maravilla con una calidad de acabados notable. Con todo, lo más destacado es el diseño FAST-concept, que puedes observar en las patas de la horquilla y los tirantes de la bici.

Según ellos este doble cuerpo aporta un incremento de 2.8 km/h a la hora de esprintar y un 20% menos de watios a la hora de rodar a 40 km/h. Nosotros no podemos afi rman tanto, pero sí que es cierto que la Noah Fast es una bala, sobre todo por la espectacular rigidez de su cuadro de triple compuesto y por el gran resultado que han logrado con el sobredimensionado pedalier BB30. Esta versión con Shimano Dura-Ace Di2 pide a gritos un acople con los pulsadores electrónicos.

Repasando los datos que Ridley facilita, los frenos F-Brake reducen las turbulencia y el drag hasta un 4.3%. Números al margen, habíamos recibido muy buenas críticas de la Fast y desde luego Ridley merece un aplauso por la cantidad de elementos originales que han aportado para dar forma a una bici dura, musculada y ganadora.

Excelencia
Ridley trabaja incluso con la pintura en búsqueda de restar todo el drag posible. Con el nombre F-Surface anuncian mejorar un 4.1% la penetración en el aire. Para la pipa de dirección han ajustado al máximo los rodamientos hasta el 1/2 con cojinetes en la base de la dirección.

Detalles
Los F-Splitfork de la horquilla y los tirantes, según sus estudios, reducen el drag un 8.2%, expulsando la turbulencia del arie de los radios.

Con personalidad
Aunque aportar peso a las partes altas de la bici va en detrimento de su agilidad, nos gusta ver que Ridley ha buscado el punto más resguardado para instalar la batería. Sin embargo, y aunque el cabezal permite un amplio rango de ajustes en el avance o retraso del sillín, es complicado acceder a los tornillos.

Juicio TRI

  • Eficacia de pedaleo: Es una bestia capaz de soportar al más salvaje de los deportistas.
  • Posición de conducción: Es exigente no sólo por su posición agresiva, sino por la complejidad del ajuste de la tija y el sillín.
  • Rigidez: En este sentido nadie podrá tener pega alguna.
  • Manejabilidad: Es una bici belga pensada para condiciones de velocidad e inestabidad. Hay que moverla con energía.
  • Estabilidad: Esta es la cara de lo anterior. Nada más estable para intentar escaparse cuando todo el mundo frena.
  • Transmisión: Aunque nuestra unidad de test equipa la versión antigua, Dura-Ace Di2 sigue siendo excelente .
  • Horquilla: En Ridley pueden estar orgullosos. Es un producto original y realmente eficaz.
  • Frenos: Hay que ser honesto, frenan de impresión. Su ajuste es algo complejo, pero frenar, frenan.
  • Ruedas: Las 4ZA Cirrus Pro AC58 pesan como un yunque, pero son duras como tal. Perfectas para entrenar.
  • Neumáticos: Los belgas saben de cubiertas, por eso montan las mejores: Continental Grand Prix 4000S.
  • Manillar: Su marca de accesorios 4ZA tienen acabados un tanto espartanos, pero son muy fiables.
  • Resto equipamiento: El mismo comentario que el anterior. No se aprecian grandes calidades, pero todo es muy funcional.
  • Estética y acabados: De poderosa presencia, la puedes decorar a tu gusto bajo el programa de customización de Ridley.
  • Valoración global: Es un bicicletón, una bestia para devorar kilómetros a tope. Está a las puertas de la élite.