Pedalea con frío o lluvia

Con la llegada del frío y las lluvias las condiciones que nos encontraremos en la carretera son totalmente distintas. Te contamos cuáles son las claves para disfrutar de tu bici, incluso si es bajo la lluvia.

Pedalea con frío o lluvia
Pedalea con frío o lluvia

CUBIERTAS: la lluvia y el viento ensucian la carretera de pequeñas piedras afiladas como cuchillos. La humedad y el frío, que dejan el compuesto de la goma muy duro, hacen que tus cubiertas convencionales agarren menos. Los neumáticos son un punto crítico al que hemos de prestar especial atención y por eso es recomendable montar cubiertas con un dibujo que facilite la evacuación del agua y agarren mejor,  añadiendo una carcasa más resistente a los pinchazos.

CABLES: el correcto funcionamiento de los frenos y cambios de nuestra bici es primordial en cualquier época del año, pero con la lluvia, el agua del asfalto queda sucia y llena de arena que se cuela por todas partes y que, al secarse el agua, obtura y dificulta el deslizamiento del cable por dentro de la funda. El invierno es buen momento para darle un repaso en profundidad a la bici y por ello recomendamos emplear fundas estancas que no permitan el paso del agua o el polvo.

LUBRICACIÓN: un correcto lubricado y engrasado de las partes móviles de nuestra máquina (cadena, roldanas de cambio, etc.) es fundamental para el correcto funcionamiento de la misma. Varios fabricantes ofrecen lubricantes con fórmulas especiales para el mal tiempo. Si el día va a ser muy lluvioso, puedes aplicar un poco de grasa sólida por la parte de apoyo de la cadena, es una buena manera de impermeabilizarla, pero conviene limpiarla bien al llegar a casa.

LAVADO: siempre que salgamos a montar en lluvia o barro (sobre todo con la MTB), antes de volver a casa, es aconsejable pasar por una estación de servicio y darle un manguerazo a la bici. Sabemos que no es recomendable lavar la bici con agua a alta presión, pero es mucho peor dejar que el barro o las impurezas se solidifiquen en nuestra bici. Bastará con un manguerazo rápido sin aplicar el chorro directamente en los en los puntos de giro. Si eres de los que cuidan su bici por encima de todas las cosas, puedes adquirir un kit de limpieza, cuyos jabones no dañan ninguno del los componentes de la bici y le dan un brillo espectacular.

GUARDABARROS: estéticamente quedan horrorosos, pero nos evitaremos poner perdida nuestra bici y además evitaremos hacerlo nosotros y al amigo que lleves a rueda. Ya sabéis cómo salta el agua sobre nuestra espalda y lo desagradable que resulta.

ILUMINACIÓN: en invierno, con menos horas de luz, quién no ha visto como nos caía la noche encima al alargarse una salida más de lo previsto. Es fundamental ser visto en estas condiciones. Lo más aconsejable es montar luces en nuestra bici. Y hoy en día ya no hay excusa con el uso de los leds, podemos disponer de una iluminación muy potente en poco espacio y con poco peso.

COMPLEMENTOS: ahora piensa más en ti más que en tu bici. En los días fríos y oscuros, usa lentes claras en las gafas y ropa térmica, transpirable e impermeable...

ZAPATAS: asegurarnos una buena frenada es siempre fundamental, y con las inclemencias del invierno podemos encontrarnos con que las zapatas se cuarteen, se cristalicen o se gasten prematuramente. Multitud de fabricantes disponen en sus catálogos de compuestos especiales para el invierno.

EL TOQUE MAESTRO: un bidón térmico en el que poder llevar algo de bebida caliente seguro que alegra tu salida, por lo menos en las primeras pedaladas.