La localidad de Puigcerdà, en la provincia de Girona, fue el enclave perfecto para compartir momentos y kilómetros con el staff de Merida Bikes y con uno de sus modelos más icónicos y, sin duda, platos fuerte en la gama de carretera de la marca taiwanesa. Nos referimos a la Scultura, una montura diseñada bajo el ADN más puro de la competición. Es el principal modelo utililzado por el equipo Bahrain Victorious y pensada para dar respuesta a los usuarios que busquen pura velocidad.

El motivo de la reunión y de nuestra toma de contacto con esta bicicleta fue la celebración de la marcha cicloturista 3 Nacions, organizada por José Antonio Hermida, leyenda del ciclismo y del Mountain Bike nacional y embajador internacional de la marca asiática. En este escenario y a lo largo de buena parte del recorrido en el que se iba a celebrar la marcha un día después, pudimos rodar con un grupo de periodistas, embajadores y staff de la marca para disfrutar del inigualable entorno del valle de la Cerdanya y del ambiente que ya se respiraba el día previo a la 3 Nacions.

Scultura 10k, un auténtico misil
La unidad Scultura sobre la que pudimos rodar en Puigcerdà fue la denominada 10k, que junto a la versión Team pertenece a la más alta gama de toda la familia Scultura; no en vano, estos dos modelos son los únicos de la familia que montan el cuadro de carbono de alto módulo, el CF5 V.
Mientras que la versión Team es directametne una réplica de la utilizada por el Bahrain Victorius (de ahí su nombre comercial) empleando una transmisión completa Shimano Dura-Ace R9200, la 10K equipa un grupo SRAM eTap RED AXS y unas estratosféricas ruedas ZIPP 353 NWS. Una configuración en todo caso del máximo nivel que permite potenciar todavía más el rendimiento de uno de los cuadros más galardonados en la alta competición.

Hay que recordar que la geometría de la Scultura es exactamente la misma que la de su hermana Reacto, el modelo más aero de la marca. Lo único que la diferencia es, obviamente, el tamaño, la sección de sus tubos y el perfilado. Como consecuencia, el peso final del cuadro de la Scultura con cuadro CF5 V es de 822 g para una talla M mientras que la Reacto lo eleva a 950 g. La Reacto es más aerodinámica, pero también tiene más peso y un comportamiento dinámico diferente.

Por debajo de estos dos modelos tope de gama encontramos otras opciones de la Scultura que se ubican en un rango de gama media - alta. Todas ellas, denominadas Scultura, pero con denominaciones 8000, 6000, 5000 y 4000 que corresponden con un nivel decreciente de equipamiento,, y aunque comparten el mismo cuadro, el CF3, tienen precios que van desde los 5.300 a los 2.500 euros.




Sensaciones en la Cerdanya
En cuanto a nuestra experiencia, una vez ajustada la Merida Scultura y habiendo departido con nuestros compañeros de ruta, nos dispusimos a realizar parte del recorrido de la 3 Nacions, arrancando nuestra ruta desde la misma línea de salida de la prueba.
Desde allí nos dirigimos hacia la parte francesa de la Cerdanya, fuera de territorio español, donde rodamos por las carreteras que formarían parte de los últimos kilómetros de la marcha cicloturista. Este trazado, que nos llevó unas dos horas y medias de pedaleo, nos sirvió no sólo para socializar con colegas de profesión o miembros de Merida Bikes, sino para seguir comrpobando cómo la Scultura se mantiene en plena forma como una de las mejores opciones para correr y competir que existen hoy en día en el mercado.

Su respuesta es inmediata a nuestro golpe de pedal. Experimenta unas aceleraciones fulgurantes, y la sensación de eficiencia al avanzar y a rodar es sobresaliente. Es una bicicleta donde la única limitación la pone tu propia forma física, pues la bicicleta corre todo lo que le pides y necesitas. La rigidez del cuadro, sus medidas agresivas en cuanto a la posición y unas formas que si bien no tienen la penetración en el aire de las formas de la Reacto, ofrecen también un interesante componente aerodinámico que puedes observarse en la forma de la horquilla en su zona cercana a la pipa de la dirección, el cockpit de potencia-manillar en una sola pieza o la unión de los tirnates con el tubo del sillín.

Lo cierto es que la experiencia de rodar con la Scultura por el recorrido de la 3 Nacions nos hizo reparar en lo idóneo de una bici así para quien se tome este tipo de pruebas como un reto personal intentando hacer el mejor tiempo posible. Y es que segmentos como el de Puigcerdà a la Seu d'Urgell, 48 km en ligerra bajada permiten que la Scultura saque a relucir sus características a altas velocidades, permitiendo correr sobre una bici mucho más de lo que algunos pueden imaginar.
Pero tramos como el ascenso al Port d'Envalira, con rampas infinitas por encima de los 2.000 metros sobre el nivel del mar, dejan de manifiesto la ligereza y la reactividad del cuadro de esta Merida, además de las curvas constantes y cerradas del tramo que va desde Pas de la Casa a la zona de la Tour de Carol, ya de nuevo en la Cerdanya francesa, donde la manejabilidad y rapidez de reacciones de la Scultura permiten ir realmente rápido.

Una bici y una experiencia que nos recuerdan que Merida sigue en la brecha en el segmento de las bicis de alto rendimiento.