Canyon MSRC: doble suspensión en ruta

Canyon revoluciona el mercado esta vez con una idea rompedora, bicicleta de ruta de doble suspensión.

TRIATLÓN

Canyon MSRC: doble suspensión en ruta
Canyon MSRC: doble suspensión en ruta

Canyon lleva la innovación en su ADN. En el difícil mundo de materiales ultraligeros y aerodinámicas imposibles la marca alemana lo ha vuelto a hacer. ¿El qué? Causar el silencio. Y es que contemplando la nueva montura que han diseñado pocas palabras consiguen articular el sentimiento de asombro, por lo tanto ese silencio se convierte en admiración y en profundo respeto por un trabajo muy bien hecho. Parece poco, pero conseguirlo es cada vez más complicado.

Cuando adquieres cierto nivel en esto de pedalear te percatas de que las vibraciones son molestas, afectan a las articulaciones y en consecuencia muchas veces también a la propia concentración (tratando de buscar la postura que atenue el insoportable traqueteo cuando vas a buena velocidad). A ellos tampoco se les escapa y ni cortos ni perezosos han decidido que su gran baza para este 2015 va a ser cambiar las sensaciones de los culos, las rodillas y las muñecas más exigentes. ¿Cómo? Con un sistema de doble suspensión que por complejo cuesta comprender. Añadir como dato significativo que el recorrido de dicha suspensión es de 15mm.

El nombre del modelo es MRSC (Magneto-Rheological Suspension Control), de poco sirve la traducción literal "Control Magneto-Reológico de la Suspensión" para entender de qué se trata. Quizá la palabra que se nos escapa a casi todos es "reológico", pues bien, la reología es una parte de la física que se encarga del estudio de la deformación y el fluir de la materia, creando una relación entre el esfuerzo y la deformación. Si aún así sigues frunciendo el ceño ante tal despliegue de neologísmos quizá verlo "por dentro" te ayude:

Como novedad también plantean el control de estas suspensiones mediante un ordenador interno, este también integra un sistema de comunicaciones GPS que envía un aviso remoto en caso de accidente (que detecta por un descenso drástico y repentino en la velocidad) y que permite localizar la bicicleta en caso de robo. Completamente fabricada en fibra de carbono. Los rodamientos contienen un fluido que altera su densidad y viscosidad para estabilizar el oscilamiento. Dichos parámetros podrán ser modificados por el usuario mediante un sensor instalado en el manillar.

Diseñada para poder ser analizada mecánicamente mediante una interfaz a modo de App en el móvil. Otra de las futuras aplicaciones podrá ser la instalación de una microcámara en el manillar para detectar el estado de la via y que de este modo el ordenador integrado adapte las suspensiones en consecuencia.

Sin duda todo un derroche tecnológico y de ingeniería (y previsiblemente también económico) al servicio de la seguridad y el confort de los más exigentes.