EN PERSPECTIVA
Scott, desde la implantación del carbono como material cuya aplicación revolucionó la industria de la bici, se posicionó como marca de referencia no sólo en sus posibilidades, sino en sus procesos de producción y técnicas aplicadas... porque todos sabemos que hay carbonos... y carbonos.
La llegada de la Foil, a título personal, me causó un impacto casi emocional. Lo tenía todo pero, como algunas otras novedades y por la experiencia acumulada durante muchos años, tuve la sensación de que, quizás, había llegado un poco pronto. Aunque parezca un contrasentido, a veces el momento es tan importante como el producto. Y es que tal vez cuando Scott lanzó la primera versión de la Foil en el túnel de viento del equipo de Fórmula 1 Petronas Mercedes, la aerodinámica que hoy se considera esencial, entonces sonaba un poco a brujería.
Aquella bici era sobrecogedora. Si cualquier marca la presentara hoy con otro sello, podría hacerlo con pleno orgullo y argumentos de total actualidad, pero era una bici que estaba... unos cinco o seis años por delante de su tiempo y, aunque era una bici que pulverizaba casi todo lo existente, el mercado, los usuarios, los ciclistas que pagan las bicis... necesitaban algo más definido, no digamos limitado, pero sí algo más próximo a los valores clásicos de rigidez y ligereza que tantos éxitos le había dado a Scott en el pasado. Con todo esto, lo que quiero decir es que, siendo una bici de gran éxito desde su llegada, tal vez no se le reconoció de la forma que merecía... pero que ahora sin duda alguna, va a llegar a todos nuestros corazones, como reconozco sin problema alguno que me ha pasado a mí.
Hoy, las cosas han cambiado. La electrónica incluso inhalambrica, la aerodinámica, los neumáticos de gran volúmen, vatios, la comprensión de que el confort es un factor más para aumentar el rendimiento... se suman como imprescindibles en la lista de exigencias de cualquier ciclista que se precie como medianamente entendido. ¿Los discos? Cabezonerías al margen, es y así será reconocida con el paso del tiempo, una de las mayores revoluciones en avance hacia un futuro mejor... como acaba de demostrar Scott con su nueva Foil Disc. Y no sólo porque frene infinitamente mejor, que es lógico e indiscutible, sino porque abre un nuevo universo impensable para los usuarios hasta hace bien poco.
Atentos con esta bici, porque va a cambiar vuestros ratios de exigencia.
FANTASÍA VERSUS REALIDAD
Uno piensa en la bici de sus sueños y se imagina subido a un cohete que convierta tus fuerzas en martillazos a las bielas, que te hagan salir disparado hacia el horizonte o la cima, mientras dejas a todo el mundo atrás. Bien. Ahora, una vez que te has puesto a esa velocidad que roza la del sonido... ¿quién te para? ¿Qué harás cuando llegues a una de esas curvas imposibles diseñadas por un ingeniero de caminos al que le dieron el título en una feria? ¿Cuántos kilómetros y cuántos días querrás que las vibraciones del asfalto machaquen tu cuerpo o qué tal te las apañarás en la curva de siempre en la que entras a fuego cuando el asfalto pase de aterciopelado a agrietado y reventado por los cambios de temperatura, la lluvia o el paso de los camiones?
Dramatizaciones aparte, aunque no es precisamente cosa de broma, en Scott, como ahora veremos, le dan una importancia clave a que la bici esté planteada para ser rápida y eso pasa porque la bici sea ligera, tarea conseguida con una bici de algo menos de 7 kilos con discos, que sea rígida, esa cualidad es propiedad de Scott, que sea aerodinámica, ya está demostrado que su diseño patentado es de los más efectivos, y ahora... que todo esto que te hace volar, se pueda controlar por cualquiera sin necesidad de ser el numero 1 del ranking UCI ni Campeón Olímpico de Triatlón.
BAJO CONTROL
La misión principal de una bici aerodinámica es reducir el drag que todos sus elementos provocan al impactar contra el viento, es decir, evitar que la turbulencia que genera el viento en su salida tras chocar contra el objeto, no sea grande y esto provoque el efecto arrastre.
Esto, hoy por hoy, se consigue con diversos diseños, sin embargo, afecta al manejo de la bici, que con viento lateral o cruzado, aunque en realidad tenga menos drag y sea más rápida, el ciclista se ve afectado en el manejo y la estabilidad de conducción.
La primera noción del control en la Foil llega en sus exclusivas tuberías de patente única, donde el radio, la transición de las aristas posteriores de los tubos cuando buscan aplanarse en su parte trasera para reducir el volumen, bajar el peso y aumentar la rigidez, consiguen que la bici sea menos sensible al viento lateral.
¿Funciona? Rotundamente sí.
Teniendo claro que la Foil es una bici con contrastadas virtudes de beneficios aerodinámicos sin que esto afecte de manera dramática a la calidad de conducción con viento cruzado, el siguiente aspecto que solventa de un plumazo el mal endémico de muchas bicis aero con frenos a llanta son los frenos de disco.
Obviamente, esta versión Premium equipada con discos Dura-Ace de ultima generación, frena tanto, cuando y como necesites, sin límite, más aún con los neumáticos de 28 Conti GP 4000 que calza y que es posible montar incluso hasta de 30 gracias también a los discos, que además de reducir la pérdida de energía en la rodadura y aceleración, aumenta exponencialmente tanto la capacidad de detener la bici más tarde como la de curvear más rápido. Todo muy controlado y en menos tiempo.
Luego, quiero entender que ya muchos hemos pagado el precio de la rigidez sin juicio, con bicis que más allá de tres pedaladas emcionantes, cuando sumas kilómetros sobre ellas, te das cuenta de que no es posible seguir tragando paliza tras paliza en una bici que amplifica la dureza del asfalto en nuestro cada vez más maltrecho cuerpo, por no hablar del miedo a entrar en una curva, encontrar asfalto en mal estado o esprintar y que la bacín salga volando bandazo tras bandazo.
Como decía en la introducción, Scott es líder en desarrollo y aplicación del carbono... y con la nueva Foil han conseguido ir más allá en los ya ultra complejos procesos de laminados y combinación estratégica de tipos de carbono que aplican.
Ahora la Foil es más rígida aún, más rígida en cualquier fuerza que el ciclista más fuerte del planeta sea capaz de originar sobre la bici, por brutal o explosiva que sea, y con todo, aun hinchando los neumáticos al máximo nominal que permita la llanta y el neumático, peina el terreno al menos al punto de que se puede decir que funciona, que ya es mucho más de lo que otras bici prometen y que ni de casualidad consiguen.
ES MÁS RÁPIDA
Después de toda esta larga lista de beneficios anunciados, ¿queréis saber qué es lo más gracioso de todo esto? Que todo es gracias a los frenos de disco. Sí, sí, habéis leído bien, gracias a los frenos de disco. El cuadro y la horquilla de esta nueva Foil Disc es, de forma demostrada, 3 vatios más eficiente en aerodinámica que la versión anterior con frenos a llanta, porque han podido esconder la pinza tras la puntera, 4 vatios si le quitas la leva de cierre del eje pasante que es de "quita y pon".
Es más rápida porque gracias a los discos se pueden montar neumáticos más grandes, es más rápida porque las llantas no rozan con las zapatas cuando pedaleas de pie, es más rápida porque gracias que no tienen que pegar las punteras al cuadro para los anteriores ejes de 9mm, ahora pueden hacer el cuadro entero con fibra continúa, por lo que es más rígida, añadiendo que ahora las tapas externas de los ejes pasan a ser unos grandes apoyos externos de 25mm en la horquilla y de 20 en la trasera, por lo que es más rígida aún.
Es más rápida porque obviamente frenas mejor, pero también porque gracias a que los discos llevan ejes pasantes y estos permiten usar fibras continuas, tanto la horquilla como los tirantes, ahora trabajando con las vainas y el tubo horizontal, absorben mejor los impactos de frecuencia baja y media. Es más rápida porque gracias a los discos y sus punteras han conseguido que el cuadro pese 985 gramos en talla 56, con lo que además de claramente más rígido y activo, es más ligero y que la bici, con el mismo grupo pero con frenos de disco sólo pese 40 gramos más que la anterior versión con frenos a llanta, vamos, lo mismo.
REMATE FINAL
Cuando hablamos de acabados no nos referimos a que una bici tenga los adhesivos puestos mejor que otros... no precisamente. En los últimos tiempos, en los que la tecnología de unos y otros aprieta más a las arcas de lo que casi son capaces de procesar, se empezaba a percibir un claro retroceso en aspecto que ya se daban por sentados. La nueva Foil, con esta nueva versión disc, además de todas las virtudes vistas, se entrega perfectamente acabada desde el primer día que toque las tiendas y las carreteras.
De adelante hacia atrás, el nuevo manillar Syncros IC (Integrated Cockpit), aportando la rigidez, ligereza y ergonomia necesaria, renuncia al paso interno de los cables por dentro de la potencia por motivos bien prácticos. Y es que meter lo cables por potencia no sólo implica hacer un tubo de dirección especifico, sino que cualquier modificación en la altura del manillar implica desmontar los frenos para poder meter los latiguillos por dentro de las arandelas. En este caso se puede jugar con la altura del manillar libremente hasta encontrar la adecuada, que con bicis de este pelo no es cosa de jugárselo todo a una carta sin vuelta atrás, o dejar una de reserva encima de la potencia por si más adelante quieres subirlo. El manillar está diseñado con el mismo patrón aero de las tuberías de toda la bici, pero permite montar un acople de muy buena calidad, al que le puede montar las extensiones que más te gusten porque su anclaje es estándar.
El paso de cables, da igual que sea electrónico o mecánico, se gestiona con el mismo soporte que además mejora el funcionamiento en él caso de estos últimos ya que al entrar por la parte posterior del tubo diagonal no crea codos forzados ni zonas de fricción exagerada.
Uno de los puntos de mejora de la anterior Foil era el sistema de cierre de la tija, que había que bañar en pasta de montaje para se bajara. Ahora va mucho más ceñida, con un par de apriete moderado ya queda soldada a la bici, y también cuenta con un embellecedor que además de "hacer bonito" protege el tornillo de apriete para que este impecable si necesitas recurrir a él.
Uno de lo inconvenientes con la llegada de los discos era la inserción de la rueda trasera. Era muy fácil arañar el cuadro con el disco y además, en el caso de los grupos Shimano, por la arquitectura del paralelogramo del cambio, costaba un horror tanto meter la rueda como extraerla. Bien, para evitar esto, se ofrecen dos patillas diferentes, una más larga específica para Shimano y la convencional para el resto de grupos. Luego, para que la rueda trasera entre sin golpes y sin pellizcar las patillas (porque no todo el mundo tiene la obligación de tener la destreza de un mecánico profesional) han hecho una guía que conduce a la rueda directamente a su sitio desde el momento en el que la presentas la cadena en el casete. Eso es acabar bien una bici.