Los Juegos de Tokio ya están aquí. El próximo 26 de julio, 56 triatletas lucharán por la gloria olímpica en la capital nipona... en unas condiciones extremas de calor y humedad.
Para buscar las adaptaciones necesarias en los tres segmentos (nadar en Tokio será como hacerlo en una bañera con agua muy caliente), la mayoría de ellos han estado entrenando en lugares con un clima muy similar. Por ejemplo, Javier Gómez Noya, plata en Londres 2012, ha elegido Cozumel, en México, donde ha llevado a cabo dos concentraciones: una, a principios de año; y otra, durante estas últimas semanas.
En Santa Fe (Nuevo México, EE.UU.) estuvo trabajando en primavera uno de sus principales rivales, Jonathan Brownlee. Jonny, plata en Río 2016 y bronce en Londres 2012, se presenta de nuevo en Tokio como uno de los principales candidatos a las medallas, aunque esta vez lo hará sin su hermano mayor Alistair, doble oro olímpico (Río 2016 y Londres 2012).
Aun así, Jonathan, de 31 años, ha preparado a conciencia la que será su última gran carrera de formato olímpico –ya ha confesado que después de Tokio se centrará, como Alistair, en la media y larga distancia–. Aparte del mencionado stage en Santa Fe, ha echado muchas horas en su particular invernadero de casa. Y no cultivando plantas precisamente, sino haciendo rodillo y corriendo en cinta...
"Tengo un jardín con un invernadero en Yorkshire, donde he puesto cuatro o cinco estufas y un humidificador para hacerlo más húmedo. Por lo tanto, es probablemente el invernadero más caliente del mundo y alcanza los 35º de temperatura", explicaba el menor de los Brownlee cuando hizo la instalación de su particular 'caverna-horno del dolor', que nos enseñaba en las redes sociales...
La lleva utilizando dede 2017. En principio, la ideó para evitar la ya famosa imagen de la Gran Final de las Series Mundiales de 2016, precisamente en Cozumel –lugar elegido ahora por Noya para aclimatarse a las condiciones de Tokio–, cuando perdió el Mundial en favor de Mario Mola en esta última prueba tras sufrir un colapso y entrar en meta desfallecido y gracias a la ayuda de Alistair, que le llevó del hombro hasta la meta.
Como decíamos, en estos últimos meses Jonny se ha pasado mucho tiempo entrenando en este invernadero... pensando, sobre todo, en la inminente prueba olímpica. ¿Cuántas horas exactamente? El triatleta británico ha respondido en las redes sociales. Y ojo, porque la exigente sesión en el 'horno' no acababa ahí...
"Después de competir en el test olímpico en 2019 –acabó 5º–, sabía que tenía que mejorar en las carreras en las calurosas condiciones de Tokio. Casi 60 horas en una cámara de calor (ya sea en mi invernadero o en las increíbles nuevas instalaciones @leedsbeckett) y 5 horas en baños calientes después (como decíamos, la natación será otra 'prueba de fuego' para los triatletas por la alta temperatura del agua), estoy de camino a Japón. Gracias a todos los que hicieron que esto sucediera. Desde @eclipseenergyuk ayudando a adaptar mi invernadero para que pudiera llegar a 35 grados, compañeros de entrenamiento que han sufrido conmigo con una sonrisa, @leedsbeckett por su increíble apoyo, entrenadores por estar ahí todos los días, hasta familiares y amigos que han aguantado mi cansancio, muchas gracias.
Ahora, 2 semanas más de entrenamiento en Japón"...