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El IRONMAN 70.3 de Portugal que se ha disputado este domingo en la localidad de Cascais contaba con una aliciente extra: uno de los mejores triatletas de corta distancia de la última década, Jonathan Brownlee (bronce en Londres 2012, plata en Río 2016, oro en relevos mixtos en Tokio 2021 y campeón del mundo en 2012), se estrenaba en la media distancia propiamente dicha.
Hay que recordar que el triatleta británico, de 31 años, ya se probó en un formato parecido en el Challenge de Daytona el pasado mes de diciembre (2.000 m de natación, 80 km de ciclismo y 18 km de carrera a pie). Allí tampoco obtuvo ni el rendimiento ni el resultado deseado. Entró en meta en el puesto 30º, a 10 minutos del ganador, el noruego Gustav Iden.
En Cascais, el menor de los famosos hermanos Brownlee se desempeñó con solvencia durante gran parte de la competición. Salió del agua en el grupo de cabeza. En el segmento de ciclismo aguantó con los mejores, en el trío perseguidor (con el australiano Aaron Royle y el francés Clément Mignon) que se bajó a correr a menos de 2 minutos de Magnus Ditlev, a la postre ganador de la prueba.
Ya en la carrera a pie, Jonathan se lanzó en solitario a la caza del triatleta danés, al que fue recortándole terreno... hasta el kilómetro 15 de la media maratón. Porque a partir de ese punto, se desfondó, y fue perdiendo ritmo y posiciones. De modo que tuvo que conformarse con la 6ª plaza en meta, a 1:40 de Ditlev.
Royle –2º– y el neerlandés Menno Koolhaas –3º–, ambos también procedentes de la distancia olímpica, se defendieron mejor en el formato 70.3 y completaron el podio.