Después de quedarse en casa durante toda la cuarententa por la crisis del coronavirus, en la ciudad alemana de Mühlacker, donde recientemente le veíamos completar una interesante sesión de escaleras, Sebastian Kienle pudo por fin hacer una de las cosas que más le gustan: concentrarse en altura.
Así, la pasada semana se trasladó con su equipo a los Alpes suizos para comenzar a prepararse para las competiciones que puedan venir en el último tramo de este 2020.
Sin embargo, el campeón del mundo IRONMAN de 2014 y 3º en Kona en 2019, ha tenido un contratiempo. El triatleta alemán, de 35 años, ha sufrido una caída con la bici y, a consecuencia del golpe, se ha fracturado la clavícula. Aun así, Kienle se lo ha tomado con mucha filosofía, algo propio de su carácter.
"¿Todavía no hay carreras a la vista? Este podría ser un buen momento para romperse una clavícula. Algunas piedras sueltas justo antes de una zona de obras... y se me fue la rueda delantera. Pero gracias a que hay un gran equipo a mi alrededor y al increíble personal médico que me atendió, me operaron solo dos horas y media después de mi caída. Y parece que estoy listo para unirme al equipo de natación al día siguiente, ¿no?", explica y bromea el germano en las redes sociales, con sendas imágenes del antes (la radiografía de la clavícula fracturada) y del después (ya operado y levantando el brazo como si no le hubiera pasado nada...