Sebastian Kienle, campeón del mundo IRONMAN en 2014 y 3º en Kona en 2019, está pasando la cuarentena en la ciudad alemana de Mühlacker, con su esposa y sus suegros. No puede nadar, pero sí montar en bici y correr en el exterior. "Sigo pensando que es importante tener un sueño, a pesar de la crisis del coronavirus. Es muy importante tener algo que te impulse y que te motive todos los días para hacer algo", comentaba el triatleta alemán, de 35 años, en un entrevista reciente.
"Estoy entrenando alrededor de 20 a 25 horas a la semana. Además, aunque no lo parezca, en este momento puedes concentrarte en mejorar como triatleta. Por ejemplo, yo estoy trabajando mucho la movilidad de la espalda, que siempre ha sido uno de mis puntos débiles. Y aprovecharé para hacer algunas pruebas en la bici, como una contrarreloj de 100 kilómetros, especialmente para continuar trabajando en mi posición y el material", añadía.
Dicho y hecho... Kienle ha llevado a cabo este fin de semana su particular test de 100 km en la cabra. "Cuando echas tanto de menos tu tritraje y tu casco aerodinámico... He realizado una prueba con la bici de contrarreloj para recopilar algunos datos", escribía en las redes sociales 'Sebi', que, efectivamente, se 'vistió de gala', con el kit completo de competición. Y lo dio todo, como si se tratara realmente de una carrera con dorsal.
"Siempre me sorprende lo rápido que puedes ir con una cantidad relativamente pequeña de potencia, cuando llevas la configuración completa de competición (y en un recorrido realmente rápido)", apuntaba.
Tan "rápido" que cubrió los 100 kilómetros a una velocidad media de 43,4 km/h...