Lars Wichert tiene 37 años y, siguiendo los pasos del IRONMAN y ciclista de élite australiano Cameron Wurf, se pasó del remo al triatlón.
Wichert tiene en su palmarés tres títulos de campeón del mundo de remo con la selección alemana. Además, fue olímpico en dos ocasiones. Eso fue hace más de una década.
7h50 en Hamburgo
El pasado 2 de junio, Wichert hizo historia en triatlón tras conquistar el IRONMAN de Hamburgo con la mejor marca de todos los tiempos en la categoría de Grupos de Edad: 7 horas, 50 minutos y 42 segundos.
Si el extraordinario registro llamó la atención, la manera de lograrlo terminó de concentrar todos los focos en su figura: según desvelaba en las redes sociales poco después, para preparar el IRONMAN de Hamburgo entrenó únicamente una media de poco más de 9 horas a la semana.
Sabotaje en la prueba de grupos de edad de Kona
Así llegamos al pasado sábado...
Lars Wichert completó el Campeonato del Mundo IRONMAN de Kona con una marca de 8:36:17 (1:00:32 en la natación; 4:21:13 en el segmento de ciclismo; y 3:07:08 en el maratón). Se había estrenado en el Mundial de Hawaii en 2022, como parte del equipo de la Academia Zwift. Entonces acabó 18º de su grupo en 9:12:44.
En esta edición de 2024, Wichert conquistó el bronce (35-39) y fue 9º de la general GGEE.
Su parcial en el tramo de ciclismo (4:21:13), además, fue el mejor de todos los triatletas de grupos de edad y el 37º incluyendo a los PRO.
Un registro que tiene doble mérito, pues Wichert tuvo que sobreponerse al supuesto y reiterado sabotaje de su bici.
El triatleta alemán relata que el viernes, en vísperas de la competición, depositó su bici en la zona de transición y comprobó minuciosamente que todo funcionaba correctamente.
Sin embargo, ya el sábado, en los momentos previos a la salida, notó que el sillín se movía: la tija se había aflojado. Aunque el imprevisto despertó en él algo de inquietud, no quiso darle importancia. Apretó el tornillo y volvió a revisar el resto de componentes para cerciorarse una vez más de que permanecían en su sitio.
Pero las ligeras sospechas se convirtieron en certezas cuando completó el segmento de la natación y llegó a la T1: el neumático trasero de su bidi estaba completamente desinflado.
Un supuesto sabotaje que también sufrieron su compatriota Fritz Ferner (46ª en meta) y el belga Tom De Bruyn, 6º en esta edición y campeón del mundo en 2022 en la misma franja (35-39). En el caso de Ferner, el tornillo de la tija de su bici también estaba aflojado. Y De Bruyn se encontró la rueda sin aire.
Los incidentes reportados ocurrieron en el mismo grupo (35-39) en el que Fernando Santander terminó 5º (8:38:43), el mejor español de todos los grupos de edad.
"¿Qué pasaría si alguien manipulara los frenos?"
Los perjudicados trasladaron lo sucedido a IRONMAN, que está investigando el asunto. Además, según informa The Triathlon Hour, hay más triatletas afectados del mismo grupo.
"Tenía la mentalidad adecuada para superarlo. Hice una buena carrera, pero sería bueno que IRONMAN realizara cambios para garantizar la seguridad y la equidad de la competición. ¿Qué pasaría si alguien manipulara los frenos? Incluso correr con una rueda pinchada podría ser un problema de seguridad", comenta en declaraciones a triathlonmagazine.ca Wichert, que también tuvo que hacer frente a un pinchazo.
Aun así, como decíamos, logró el mejor parcial de bici y se coló finalmente en el podio (8:36:17), por detrás del británico Neil Eddy (8:35:12) y del chino Miao Hao (8:30:10), campeón del mundo IRONMAN en este grupo de edad (35-39).