Todo marchaba según el guión previsto... Hasta la T2, parecía que Jan Frodeno tenía la carrera controlada... Sanders, Kienle y el propio "Frodo" llegaban, por este orden, a la segunda transición, pero con diferencias cortas que hacían presagiar una épica batalla final en el maratón...
Sin embargo, en cuanto la realización televisiva de la prueba empezó a mostrar las primeras imágenes de "Frodo", se pudo comprobar que el triatleta alemán no corría de esa manera imponente a la que nos tiene acostumbrados. Las sospechas de que el campeón de los dos últimos años no iba bien quedaron confirmadas enseguida, cuando se puso a andar. Terminó parándose, sentándose a la sombra y estirando. Todo debido a un tirón en la espalda...
"Aquí es donde todo se decidió para mí. Un espasmo muscular repentino me bloqueó la parte baja de la espalda. Tuve que estar unos 10 minutos para poder estirarla. No estoy seguro de si se trata de un nervio pinzado o si necesito fortalecerla, pero fue una de las experiencias más dolorosas que he tenido. Después de 5 km de caminata, el dolor empezó a remitir e incluso pude volver a correr", ha explicado el triatleta alemán después de una carrera que, dando todo un ejemplo de profesionalidad y respeto, decidió acabar.
"Esta situación me convierte en uno de los muchos que hoy han que honrado a esta carrera y a sus rivales. Hasta la proxima vez...", ha comentado "Frodo", que llegó a meta en el 35º lugar a 1h 14’ 04” de Patrick Lange, cuando hasta Daniela Ryf estaba celebrando ya su tercera victoria consecutiva en el Mundial de Kona, algo que Jan Frodeno no pudo hacer...