Llevamos dos semanas recibiendo noticias y viendo las dantescas imágenes de la erupción del volcán Kilauea de Hawaii: ríos de lava que obligan a evacuar amplias zonas residenciales, casas en llamas, carreteras con grandes grietas debido a la consiguiente actividad sísmica, nubes gigantescas de humo y ceniza de hasta 10.000 metros de altura que se aprecian a muchos kilómetros de distancia... En las últimas horas, además, el volcán ha entrado en la denominada fase explosiva...
El turismo, la principal fuente de ingresos de la isla, está empezando a sufrir las consecuencias. Y en lo que respecta al triatlón, la gran pregunta que ya flota en el aire es: ¿Se podrá celebrar con total normalidad el Campeonato del Mundo Ironman el próximo 13 de octubre?
El volcán Kilauea se sitúa al este de la isla de Hawaii o Big Island, en medio del Pacífico. Se encuentra aproximadamente a dos horas en coche de Kailua-Kona, centro neurálgico de la prueba, en el lado opuesto de la isla.
La actual erupción del Kilauea empezó el 3 de enero de 1983. Es decir, el volcán ha estado permanentemente activo durante 35 años, especialmente en su cráter principal, el Halemaumau, que tiene un centro de visitantes, y en el Puu Oo. Por tanto, no es la primera vez que las zonas residenciales más cercanas se ven afectadas. En esta ocasión, han sido evacuadas hasta 2.000 personas, a las que la Fundación Ironman ha donado 50.000 dólares.
Sin embargo, algunas de las advertencias del Observatorio de Volcanes de Hawaii fueron malinterpretadas: el actual ‘Nivel de Alerta’ es una ‘Advertencia’, y solo para aviones. Existe una prohibición de vuelos en la zona de actividad porque la ceniza volcánica puede dañar sus motores.
En el área de erupción sí se declaró el estado de emergencia para mantener a la menor cantidad posible de personas en la región. Los gases volcánicos irritan las vías respiratorias y son especialmente peligrosos para los ancianos, los niños y las personas con problemas de este tipo. En los últimos años, incluso durante la disputa del Ironman, las nubes de humo y ceniza eran visibles desde Kailua-Kona.
El Observatorio de Volcanes de Hawaii y otras organizaciones están vigilando y analizando la situación minuto a minuto, pero no pueden proporcionar predicciones precisas de lo que va a suceder.
Dicho esto… la respuesta a la pregunta que planteábamos es, en principio: ‘Sí’. Sí se podrá disputar el que se prevé como el Ironman de Hawaii más espectacular de los últimos tiempos, con Noya, Frodeno, Lange, Kienle…
En cualquier caso, habrá que estar pendientes de los efectos de la actividad sísmica, la calidad del aire y la industria del turismo en la región. Algunos expertos creen que la actividad en Mauna Loa, el volcán más cercano a Kailua-Kona, está descartada. En caso contrario, gran parte del recorrido actual de la prueba sí se vería afectado. Sin embargo, actualmente no hay signos de que esto pueda suceder.