Dietética

Queso y corredores: proteínas, sabor y energía en tu entrenamiento

Un alimento con mil caras que puede ser un gran aliado en tu dieta si lo que pretendes es correr cada vez más kilómetros y más rápidos.

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Bien elegido y en la cantidad justa, el queso puede convertirse en un acompañante delicioso de tu dieta como corredor.

El queso acompaña desde hace siglos nuestras mesas. ¿Pero qué pasa cuando se cruza con las zapatillas? Con moderación y buen criterio, puede ser un recurso estupendo para corredores que buscan energía, recuperación y, por qué no, un placer gastronómico.

El queso en la dieta del corredor

Quien corre sabe que no todo son geles, barritas y batidos de proteínas. Los alimentos tradicionales tienen mucho que decir. El queso es una fuente notable de proteínas de alta calidad, calcio y grasas saludables. Además, su perfil nutricional varía enormemente según el tipo: desde los más ligeros y frescos hasta los curados con carácter. Eso sí: no todo vale. La clave está en elegir variedades adecuadas según el momento del día y el tipo de entrenamiento, evitando excesos de sal y grasa saturada.

Tipos de quesos y sus beneficios para quienes corren

  • Queso fresco: bajo en grasa, rico en agua y muy digestivo. Ideal para desayunos previos a entrenar o como tentempié ligero.
  • Requesón o cottage: alto en proteínas y bajo en calorías. Excelente tras una sesión de fuerza o series.
  • Queso curado: más calórico y concentrado. Útil en cenas con hidratos cuando el cuerpo necesita reponer grandes reservas, pero en raciones pequeñas.
  • Queso azul: intenso en sabor, aporta minerales como fósforo y calcio. Mejor reservarlo para momentos de recuperación o comidas sin prisa.
  • Mozzarella y burrata: digestivas y combinables con ensaladas, aportan frescor y equilibrio tras un rodaje suave.

Queso y recuperación muscular

Las proteínas del queso ayudan a la síntesis muscular tras entrenar. Un par de lonchas de queso fresco con pan integral o unas cucharadas de requesón con fruta pueden ser más efectivos que muchos snacks procesados. Además, el calcio fortalece huesos y articulaciones, piezas clave en la vida de un corredor.

¿Cuándo conviene evitarlo?

Antes de una carrera o entrenamiento exigente, mejor optar por quesos frescos y ligeros. Los curados y grasos pueden dificultar la digestión. Tampoco conviene abusar de los quesos muy salados si entrenas con calor, ya que la deshidratación puede ser mayor.

Los beneficios del queso para un persona corredora
Tipo de queso Momento ideal Beneficio principal
Fresco Pre-entreno Digestión ligera y energía
Cottage/Requesón Post-entreno Proteína y recuperación muscular
Curado Cena post-competición Reposición energética
Azul Ocasional Minerales y sabor intenso
Mozzarella/Burrata Ensaladas Frescor y digestibilidad

Bien elegido y en la cantidad justa, el queso puede convertirse en un acompañante delicioso de tu dieta como corredor. Desde la ligereza del fresco hasta la potencia de un manchego curado, el abanico de opciones es tan amplio como las rutas que quedan por correr.