Michael Phelps, el deportista olímpico más laureado de la historia, con 28 medallas, 23 de ellas de oro, siempre tuvo un único ídolo, además tocayo suyo: Michael Jordan.
Cuando por fin pudo conocerle en persona, Phelps se quedó, literalmente, sin palabras (como puede comprobarse en el vídeo de más abajo).
"Cuando era niño, quería ser como él. Quería hacer en la natación lo que él había hecho en el baloncesto. En mi opinión, Jordan cambió la manera de ver el deporte y lo hizo crecer. Y llevó el baloncesto hasta las cotas más altas. Él fue el rey al que yo quería imitar en mi carrera", explica Phelps en una entrevista en Yahoo Sports.
Tras ver el documental de Netflix y ESPN, The Last Dance, donde se relata la última temporada en activo con los Chicago Bulls del que muchos consideran el mejor jugador de baloncesto de la historia, el 'tiburón de Baltimore' (también contemplado por la mayoría como el nadador más grande de todos los tiempos) se siente identificado con la actitud que mostraba Jordan con sus compañeros de equipo.
"He visto muchas similitudes entre ambos. Todo el mundo está diciendo que era un estúpido, pero yo siempre digo lo mismo sobre mí. Yo era un estúpido cuando estaba entrenando porque quería ayudar a todos a asegurarse de que tenían las mismas posibilidades que yo de ganar", aclara Michael Phelps...