Alistair Brownlee y Sebastian Kienle son amigos desde hace tiempo, dentro de las carreras, y también fuera. Kienle le bautizó cariñosamente como 'alien' después de que el mayor de los Brownlee les derrotara a él y a Lionel Sanders en el primer Ironman 70.3 que hizo el triatleta británico en mayo de 2017 en St. George.
Además, comparten marca de bici, algún entrenamiento... y también la posterior cerveza, como pudimos comprobar cuando Sebastian visitó a Alistair en su casa de Yorkshire.
Esta semana, los dos triatletas han vuelto a coincidir, ahora en la patria de Kienle, concretamente en el velódromo de Büttgen (Alemania), donde, por cierto, también hemos visto en alguna ocasión a Patrick Lange.
Esta vez, Kienle y Brownlee han estado probando material y trabajando para optimizar su posición sobre la cabra, lo que nos puede dar una pista de los posibles planes para esta temporada de Alistair, que también reconoció hace unos días que no descarta la opción de los Juegos de Tokio 2020. Respecto a Kienle, su gran objetivo sigue siendo el mismo: revalidar el título de campeón del mundo Ironman que conquistó en Kona en 2014.
"He pasado los últimos días en Alemania probando algunos equipos y perfeccionando la posición. Gracias a todos los involucrados en unos días muy instructivos. Y gracias a Sebastian por permitirme copiar todas tus mejoras", explicaba Brownlee en las redes sociales.
"Otro día ajetreado en la 'oficina ovalada'. Compartir la pista con Alistair siempre es un honor", comentaba Kienle.