"Me ha encantado hacer distancia olímpica, pero después de Tokio estaré listo para un nuevo desafío. Sé que son solo tres años para los Juegos de París, pero he estado haciendo lo mismo durante mucho tiempo, las mismas carreras en los mismos lugares y, aunque los Juegos Olímpicos han sido increíbles, estoy listo para un cambio. La larga distancia me vendrá mejor", explicaba Jonathan Brownlee semanas antes de colgarse el oro en la capital nipona en la prueba de relevos mixtos y de acabar 5º en la carrera individual (ya tenía un bronce de Londres 2012 y una plata de Río 2016).
Este domingo, después de hacer un gran papel también en la edición de este 2021 de la Super League Triathlon –3º de la clasificación final–, afrontará ese "nuevo desafío", ya que debuta en media distancia en el IRONMAN 70.3 de Portugal que se disputa en Cascais.
El triatleta británico, de 31 años, ya se probó en un "formato" parecido en el Challenge de Daytona el pasado mes de diciembre: 2.000 m de natación, 80 km de ciclismo y 18 km de carrera a pie. Allí no obtuvo ni el rendimiento ni el resultado deseado. Entró en meta en el puesto 30º, a 10 minutos del ganador, el noruego Gustav Iden.
"¡Ay! No es la carrera que quería. He estado entrenando muy bien y me encuentro en mi mejor estado de forma de hace años. Pero mis piernas se rindieron en la bicicleta con 15 km para el final. ¡Es mucho tiempo en la misma posición aero! ¡La sanción tampoco ayudó! Realmente emocionado de volver y probarme a mí mismo en este formato después de los Juegos Olímpicos", decía entonces el menor de los Brownlee, que en Cascais (donde en 2019 ganó Gómez Noya; y en 2018 Fernando Alarza) se medirá a muchos y buenos especialistas de la media distancia...