Dicen que una imagen vale más que mil palabras... Es el caso de esta fotografía de Jan Frodeno. Fue tomada poco después de que el tricampeón del mundo en Kona (2015, 2016 y 2019) y oro olímpico en Pekín 2008 completara su particular IRONMAN en casa el pasado sábado...
Frodeno llora de emoción. Y no es para menos. Acababa de lograr, con creces, el objetivo que se había propuesto: recaudar la mayor cantidad de fondos posible para ayudar al personal sanitario de los centros hospitalarios de Girona –su lugar de residencia habitual– que luchan diariamente y en primera línea contra el coronavirus. En ese momento eran más de 200.000 euros, cantidad que sigue subiendo, pues la campaña de donación sigue abierta.
"Una locura total se ha convertido en uno de los días que contaré a mis nietos", decía 'Frodo' después de concluir el desafío. Fueron más de 8 horas y media de esfuerzo que le han marcado, pero no por el sufrimiento físico en sí mismo, sino por el fin que perseguía y por los sentimientos que pudo vivir, que quedaron inmortalizados en esta instantánea que capturó... ¡¡su hija de dos años!!
Así fue. Sienna, la hija pequeña de Frodeno, le cogió el móvil a su madre, Emma –también oro olímpico en Pekín 2008–, y se dedicó a hacer fotos a su padre, que se tomaba un respiro, físico y mental, tras finiquitar su reto con el maratón en la cinta. En ese momento se dispararon todas las emociones contenidas y saltaron las lágrimas...
"No había reglas en lo que respecta a tener a los hijos presentes en la parte final de mi desafío Tri At Home. Y gracias a Dios, porque mi Sienna de dos años pudo capturar estos 'tesoros' absolutos inmediatamente después. Y los hemos encontrado en el teléfono de Emma días después. No estoy seguro de cómo consiguió captar perfectamente todas mis emociones. Pero verlas y compartirlas es ciertamente un recordatorio conmovedor de por qué nos embarcamos en este desafío", explica Jan Frodeno, al que se le ve llorando, riendo, disfrutando...