"Volveré el año que viene con el cuchillo entre los dientes", decía Sam Laidlow hace un año cuando llegó a la meta del Cannes International Triathlon... después de haber corrido 20 kilómetros con la bici al hombro y las zapatillas de ciclismo en la mano, aparte de los últimos 16 correspondientes del segmento de carrera a pie...
La mala fortuna se cebó con el joven triatleta británico en el momento más inoportuno, cuando sorprendentemente lideraba la prueba en el kilómetro 80 del segmento de ciclismo (de un total de 107), unos metros por delante de Javier Gómez Noya, que terminó llevándose la victoria.
Pero fue entonces cuando se le partió la cadena. En lugar de abandonar, que hubiera sido lo normal en semejante situación, Laidlow decidió cargarse la bici al hombro, quitarse las zapatillas y ponerse a correr hasta la segunda transición, ¡con 27 kilómetros por delante! Más los 16 del segmento de carrera a pie...
"Fue un sueño infantil emparejarme con Gómez Noya y compartir una buena parte del recorrido de bici en cabeza. Fue al principio de la última ascensión (80 km) cuando todo cambió debido a un problema mecánico. Quedaban 27 kilómetros, de los cuales 10 eran en descenso, para llegar a la T2 con un solo objetivo: llegar antes del tiempo límite (6 horas y 30 minutos)", explica Laidlow. Descontando los 10 kilómetros de bajada, tuvo que correr con la bici al hombro cerca de 20.