Desde que anunció su adiós al triatlón profesional el pasado mes de noviembre, Alistair Brownlee no ha parado. A sus 37 años, con dos oros olímpicos en Londres 2012 y Río 2016, dos títulos mundiales (2009 y 2011) y cuatro europeos (2010, 2011, 2014 y 2019), el mayor de los míticos hermanos británicos está probando cosas nuevas que antes tenía vedadas por su condición de deportista de élite. Ya tiene en mente desafíos extremos de resistencia como el UTMB Mont-Blanc, el Marathon des Sables o el Patagonman el próximo mes de diciembre.
Alistair 'sigue subiendo'
El pasado miércoles afrontaba el Empire State Building Run-Up: subir a pie los 1.576 escalones y 86 pisos del mítico edificio de Nueva York. Llegar en ascensor al Observatorio supone un minuto escaso; los corredores más rápidos tardan 10 minutos en completar la que presume de ser la primera y más famosa carrera de torres del mundo.
Así, el australiano Paul Crake ostenta el récord desde 2003 con un tiempo de 9:33. En esta 47ª edición que tuvo lugar hace unos días, el italiano Fabio Ruga, 3º en 2024, fue el más rápido con un registro de 10:47. Pero Alistair no estuvo lejos, terminó la escalada 7º, con un tiempo de 12:28, y, lo más importante, se lo 'pasó pipa', tal y como relataba después en las redes sociales...
Prueba de la lista de deseos cumplida
¡Una oportunidad icónica para correr hasta el Empire State Building, apoyar a @cafoundation y aprender un poco más sobre el mundo de las carreras de torres!
Créeme… es mucho más divertido de lo que parece
En estos últimos meses hemos visto al 'jubilado' Alistair seguir machacándose en pruebas de gravel, trail o en la curiosa Oxenhope Straw Race, carrera de 4 km que tuvo lugar muy cerca del domicilio de Alistair, en Yorkshire, y que completó –¡atención!– disfrazado de Donald Trump, cargando una paca de paja de 20 kilos y haciendo paradas en seis pubs de la zona para beberse una pinta de cerveza en cada uno de ellos.