-La cabeza nunca debe ir muy elevada o todo el cuerpo tenderá a retrasarse. Corre siempre con la mirada frontal o mejor aun, ligeramente baja y mejorarás el avance.
-El pecho tiene que ir ligeramente por delante de la cadera para facilitar la fase de impulso. Cuando entrenes, intenta correr siempre con una ligera tensión abdominal que corregirá muchos errores y lesiones
-Talona de una manera suave, sin elevar demasiado la punta del pie. Así serán los grandes grupos musculares los que se repartan el impacto y además habrá menos deceleración.
-Opta por una zancada más corta y económica, intentando aumentar la frecuencia de tus zancadas para incrementar el ritmo, manteniendo un nivel de gravedad bajo.
-El movimiento de tus brazos ha de ser frontal, nunca lateral, fluido y acompasado con la zancada y sin grandes tirones.
-Vigila la posición de tu cadera. No permitas que tus lumbares se arqueen excesivamente. Trata de mantener un posición centrada de tu cadera y en el caso de que quieras acelerar, “mete el trasero” hacia adentro. Así avanzarás la cadera y ganarás distancia en la zancada con el mismo esfuerzo.